Piel sobre piel nuestros cuerpos se secaron
bajo la fuerza mística de las auroras
entre el cielo y el infierno
Y la bestia fecundaba nuestro propio suelo
riendo a carcajadas sin darnos cuenta
arrastrándose
como un largo lagarto transparente
Etéreo Seminal Maldito
Allí como una mentira fui muriendo
a los ecos ingrávidos
hasta quedar convertido en una
brizna de polvo ínfimo adosado a las paredes
Algo entonces se rompió
Una muchedumbre enloquecida
de manos y de ojos tal vez
de mares y de sangre
se derramaron sobre mi
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