Ha llegado la hora en que el silencio debe ser roto por palabras de desconocidos lenguajes rescatados de aquellos arcones viejos donde fueron puestos por los últimos vigilantes del amanecer, quienes retenían la luz en sus ojos y vencían a la muerte con la sonrisa que no pudieron mostrar hasta que la raza estuviera preparada..
Ha llegado La hora en que está preparada...lo suficientemente preparada para recibir el sonido de las distancias inconmesurables pulsando en aquel lugar dentro de nosotros mismos y que se encuentra, al mismo tiempo a mil millones de años luz.
Ha llegado la hora en que el anciano de los días sopla en nuestro rostro el hálito inobservable del despertar, incitándonos a reinventar el cielo.
Ha llegado la hora de abrir las puertas a nuestros hermanos de luz y de cerrarlas a los negativos mensajeros de la oscuridad con sus tijeras de latón
Ha llegado la hora de la iniciación de los nuevos discípulos de la luz, la hora de beber en el grial, la hora de la entrega de la espada flamígera, el escudo de luz , el manto sagrado...
¡¡¡Observad la mañana con sus soles de azafrán, pulsad la espada de luz con el espíritu en paz, Van resistirá las embestidas de la oscuridad si el eco de nuestro canto a su espíritu levanta. Y otra vez, otra infinita vez a los vetustos ángeles caídos vencerá!!! (*)
Ha llegado la hora del contacto final, del crecimiento en paz, del último tramo material, de la última batalla antes de la desesperación, la hora de la última trompeta antes de la luz del nuevo amanecer....
(*)Cántico épico de guerra, de
los centinelas de Nebadon, anónimo y extraído de la memoria
universal del cuadrante sexto de Messier -104. (N. de la R.)
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