La
tierra y el cielo verdadero donde los hemos dejado, egonautas del tiempo,
la duda y el azar.
Bajo este bestial temblor hemos intentado dominar nuestros miedos y desesperanzas, creadas por esta historia fragmentada, la cual ha conseguido aniquilar la belleza de nuestros ojos .
Ahora nuestras manos y pies sólo saben desconfiar, pues el cielo que buscaban parece perdido en la ambición del conocimiento real e ilusorio.
¡Vamos¡ obliguen a sus horribles
cuerpos a desplazarse hacia lo absoluto y se darán cuenta de cómo
éstos se dividen
antes de tocarlos.
¡Comprendan de una vez que el tiempo impulsa a nuestro propio fastidio a dejar lo que hemos acabado y empleando falsos axiomas terminamos sometiéndonos a nuestra angustia e indecisión!
Así es como somos esclavos de esta misteriosa operación cuyo resultado jamás conoceremos, pues el infinito también nos ignora. Creando bajo nuestros cuerpos una doble polaridad, dos puertas que esconden un mundo abierto e invisible, material y cerrado. Con deseos de crecer bajo esta tierra podrida, cansado de no entender el significado de su nombre ni de escuchar el canto de las ballenas heridas.
Este
mundo imperfecto ha caído sobre nuestra boca para alimentar con
su sangre a una señal despiadada, en cuyo interior se sienten las
voces de algunos hombres cegados de tanto tragar luz quienes gritan:
¡¡¡Somos una máquina de luz. Un espejismo del demonio, un balbuceo de los hombres, un error de dios. Una geometría invisible, una sustancia sanadora, una sinfonía inagotable, un canto poderoso, una voz universal !!!
Nuestros cuerpos están construídos por trazos sin origen ni término, por materia viva y consciente, por una creación necesaria, por una conclusión reveladora.Tenemos una boca rebosante, unas manos infinitas, unas pisadas de fuego, un corazón a cuerda, un espíritu atómico, un pulso abrazador. Somos maquinistas del orden y el caos. Maquinistas de lo inmóvil y defectuoso. Capitanes de los sueños.