Desesperados aquellos ojos, traspasan y destruyen los dominios del horizonte, dispersando todo su cuerpo en el verdadero cielo. El mar invoca los cuatro nombres de los soberanos de la luz, VICAL, NICSA, OEL, INERHE y PANCAJ cuyas manos forman el único faro que sostiene las tierras de eternia. Entonces sus labios desvalidos antes sus sombras imploran por un poco más de tiempo y finitud, mas su voz es silenciada para siempre con las espadas del viento que entierran sin piedad en su envejecido corazón, cumpliendo así con las ordenanzas de la muerte |
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