Cincuenta
años, Cincuenta...
<anterior>

Antiguas,
no tan nuevas y nuevas generaciones de la Escuela
de Periodismo
|
Las innumerables
gestiones de Hernán Álvez, periodista y posterior
Director de la Carrera, por establecer una Escuela de Periodismo
en la zona, había dado sus frutos.. La esquina de las
calles Orompello y Barros Arana, fue testigo de la reapertura
de los estudios y proyectos de los futuros profesionales.
Además de los nuevos alumnos
que comenzarían a instruirse en el mundo periodístico,
se otorgó la posibilidad a los estudiantes que en 1973
debieron abandonar sus estudios, para que terminasen su carrera
y pudieran recibir su título profesional. Muchos de
ellos trabajaron como periodistas en las décadas del
setenta y ochenta, por lo que se les facilitó aún
más la obtención de su grado universitario.
Ya en 1994 egresa la primera
generación del proceso de reapertura de la Carrera.
Una generación cargada de energías y nuevas
ideas para el mundo laboral. A ellos, se le sumaron también
los otros alumnos que pudieron, luego de muchos años
de espera, culminar sus estudios y convertirse en profesionales.
Este sistema de titulación se produjo hasta 1997.
Durante ese período, la
Escuela se acerca un poco más al Barrio Universitario.
Una antigua casa en la calle Víctor Lamas, se convirtió
en una nueva morada para profesores y alumnos.
Otro año de cambios fue
1996. La Carrera de Periodismo pasó a ser parte del
Departamento de Comunicación Social, el que se unió
a los Departamentos de Psicología, Servicio Social
y Sociología, respectivamente, conformando a la actual
Facultad de Ciencias Sociales, cuyo edificio se encuentra
inserto dentro del Campus Universitario.
2003. Cincuenta años de Periodismo en la Universidad.
Celebraciones, recuerdos e ilusiones, en manos de los artífices
de una historia que cumple medio siglo de vida. Una carrera
sin fronteras y que sólo puede definirse con lo que
un entendido en el tema dijo alguna vez: “El periodismo
es una pasión insaciable que sólo puede digerirse
y humanizarse por su confrontación descarnada con la
realidad” (Gabriel García Márquez).
|