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Concepción, 03 de mayo de 2003año IV nº 39
 




 
 

 

 

 

Una ventana a la cultura que se abre a la ciudad
La Literatura de los Trabajadores se Impone

por Digna Lara

“Algún día empezaré a producir buenos poemas, cuando esta inmejorable situación alimenticia sea resuelta, cuando la gente no acuda al cielo buscando respuestas científicas, cuando a los científicos se les pierda la bomba atómica, cuando los mercaderes succionen con sus panzas la descomposición de los mares, en esos días cercanos empezaré, mi mejor poema.”

Juvenal Vera. Taller Literario Mano de Obra.

Concepción tiene espacios culturales, que aunque no tengan gran difusión, intentan sobrevivir a esta especie de aspiradora que se traga todo lo que se crea en torno a la cultura y lo hace desaparecer. Aun quedan espacios en los cuales es posible crear y mantenerse en el tiempo.

Hace diecinueve años, en un lugarcito de la cultura penquista, amparados bajo el alero del TASIS (Taller de Análisis Sindical y Social), nace un taller literario, su nombre MANO DE OBRA.

El 4 de agosto de 1984, con la primera publicación impresa, Juan Polizzi, Juvenal Vera, Patricio Turra, Juan Espinoza y Esteban Carrasco inauguran este taller, que hoy es una gran puerta a la literatura regional. Según Juan Polizzi, uno de los fundadores de Mano de Obra y actual integrante, “ Se dice que todo taller sindical tuvo un ala cultural, y así nace el Taller Literario Mano de Obra que también se llamó Taller Literario Trabajador Mano de Obra, que estaba enfocado a los sindicato, trabajadores y pobladores que estaban comprometidos con la pelea por la democracia.”.

Con el paso de los años fueron ingresando nuevos integrantes. Así se fue agrandando el circulo de asistentes a este taller, que era una puerta abierta para aquellas personas que gustaban y gustan de la buena literatura y no tienen donde cultivarla.

“Después empezamos a concentrarnos en hacer poesía y llevarla a sindicatos, peñas, poblaciones, plazas, y se fue divulgando este arte. Fueron llegando nuevos compañeros y algunos de los viejos se fueron bajando de este carro, algunos han muerto, otros no han vuelto más, otros por vejez”, comenta Juan Polizzi.

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La Literatura de los Trabajadores
se Impone

 
 
 

 
 
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