En un país como Chile, cada vez más inserto en la manoseada globalización; en un país que cada vez copia más nuevas modas del extranjero (el problema no es la copia, sno las malas copias...); donde en nuestra TV vemos más basura de alto rating (como las comidas ricas que nos hacen mal); en este panorama, aún hay esperanzas para la cultura.

Aldea Periodismo nos reconforta en este número con la experiencia de un grupo literario que nació pequeño y que ha crecido gracias al esfuerzo de sus integrantes, gente modesta, trabajadora, estudiante; que hace de la literatura y la poesía algo más que un escape, sino un alimento para vivir sus vidas.

Patricia Politzer, actual presidenta del CNTV, visitó la Facultad de Ciencias Sociales y relató los cambios que ha visto en el medio periodístico nacional desde sus sesenteros años de estudiante. Relató los esfuerzos (pocos, a decir verdad, debido a los escasos recursos asignados) por hacer TV de mejor calidad; y confirmó algo que muchos ya sabían: el mercado es el que regula todo, no hay nada (casi) que se pueda hacer al respecto.... Quizás para la TV sea una verdad inevitable. Pero el resto de las manifestaciones, más locales, menos masivas, aún tienen esperanzas.

Verdaderamente da gusto saber que aún hay gente, como la del Taller Literario mano de Obra, que lucha contra la corriente, y que puede servir de ejemplo para muchos otros que no se atreven (no nos atrevemos, en realidad) a generar instancias de esparcimiento que vayan más allá de ver ombligos y tetas en 525 lineas,