Pornografía
en red:
Desmesurada obscenidad humana
La gente pasó
de reír ante una orgía sexual en la pantalla
a preocuparse ostensiblemente de ella. La accesibilidad al
ciberespacio lascivo puede producir adicción. Los niños
son víctimas de la degeneración de adultos.
por María
Alejandra Paz,
Alumna de 2º año
Suele ocurrir: un estudiante
de periodismo de la Universidad de Concepción, en la
sala de computación de la carrera, conectado a Internet,
buscando información para algún trabajo. Intempestivamente
aparecen páginas de lesbianas teniendo relaciones sexuales,
el joven se sonroja mientras sus compañeros bromean.
La situación no
pasa de ser una anécdota casual. Aunque según
consultores de la sala de computación y laboratorio
multimedia, los estudiantes de periodismo visitan frecuentemente
ese tipo de páginas y no precisamente por casualidad;
de hecho la mayoría de las veces que se formatean los
computadores es producto de la infección de virus derivados
de sitios pornográficos.
Esta realidad local refleja
una tendencia de nivel mundial, más del 50% de las
universidades enfrentan esta problemática, pero...
¿por qué visitar lugares con alto contenido
erótico es un problema?. Hay que dejar de orientarlo
a un público universitario, porque la masividad del
tema alcanza a adultos, adolescentes y niños.
Muchos consideraban la
pornografía como algo trivial en un mundo diverso;
carente de importancia. Reían al mirar series televisivas;
donde los adolescentes buscaban pornografía y se lo
ocultaban a sus padres, porque hacerlo era un hecho propio
de la edad que se mostraba con cierta comicidad, lo cual producía
en los espectadores una concepción liviana frente al
tema.
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