El museo debe ser un palacio...

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- ¿Cuál es el criterio de selección de las obras?

Compramos todo lo que nos resulte agradable, pinturas y esculturas que tengan elementos de hermosura, no importa si corresponden a artistas consagrados o a desconocidos, ni tampoco si son o no comerciales. Suelen ser obras con tema, figurativas o surrealistas. Hoy existe una fuerte tendencia a la abstracción y al minimalismo. Para nosotros ese arte no habla al alma de la gente.

- ¿Cómo se financian?

Para ello creamos la Fundación, que posee un capital importante en bancos europeos. Los intereses alcanzan para mantener los cuatro museos con el personal suficiente. No tenemos tiendas, librerías ni visitas guiadas, porque no queremos comercializar ni que la gente sea influenciada, sino que se pasee, mire y forme sus propias conclusiones.

- ¿No le parece retrógrado este concepto de museo, cuando hace años se plantea como una institución dinámica, que interactúa con la comunidad?

Un museo de arte no es un cine donde se cambie la película semanalmente. Eso ocurre porque no son espacios bien financiados y necesitan nuevas entradas. Imagínese que hay grandes museos en Europa donde incluso se realizan bodas. Eso es una moda que no es para nosotros. Éste es un edificio especialmente construido para ser museo. Es un lugar para disfrutar del arte con un concepto enteramente clásico: donde hay obras lindas y no se paga por verlas.

- ¿Pero no hacen esfuerzos por atraer más público?

Todos se quejan de que la gente no va a los museos. Es difícil atraer público. Nosotros hacemos un esfuerzo, pero sin bajar el nivel. Y si en Chile no vienen muchas personas, es un problema de acá.

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