Especial de ABC
de España Colón, el descubridor redescubierto Madrid. Trinidad de León-Sotelo |
volver Entre papeles El investigador decide vivir entre papeles para desentrañar el misterio. Y se va a Génova. Allí estudia en profundidad lo que el llama la vida y milagros de todas las familias genovesas vinculadas a la Señoría o a sus colonias de ultramar, constatando que era corriente entre los mercaderes de la Génova del siglo XV, cambiar de nombre al afiliarse a uno de los 96 albergos genoveses que eran los encargados de los préstamos, la Banca, las compañías de seguros. Enseñat estaba en el camino que le llevaría a demostrar que el padre de Colón, Domenico, no era, como dice la teoría genovista, un humilde tejedor de paños llamado Domenico Colombo, ni su hijo Cristoforo, lanero de profesión. Para empezar, según Enseñat, esta familia no puede ser la del descubridor, porque es incompatible con las señas de identidad que proporcionan Bartolomé de Las Casas y Hernando Colón, biógrafos colombinos que presentan a los padres del navegante como mercaderes. Las actas genovesas indican, asimismo, que Colón no salió a navegar hasta 1473, cuando tenía 22 años, mientras que según manifestaciones del nauta, al llegar a Castilla en 1484 llevaba 23 años yendo y viniendo por los mares. No obstante, el argumento más sólido que, según Enseñat, permite rechazar que Colón perteneciera a la familia Colombo es que aquel tuvo que abandonar Génova siendo muy niño y no un joven de 22 años, porque hablaba mal la lengua del lugar en que nació y tampoco sabía escribirla. El investigador ha encontrado que la familia del primer viajero trasatlántico era de un linaje rico y poderoso, aunque arruinado por las guerras de Lombardía, que había contado incluso con almirantes en su seno, algo que no casa con una familia de humildes artesanos. Ya Menéndez Pidal deduce en su estudio «La lengua de Colón» que no hablaba ninguna lengua italiana, aunque el castellano tampoco era su lengua materna y que hablaba el portugués mejor que el idioma de Castilla. Un albergo, un clan Pero volvamos a los albergos. Un albergo era la unión de varias familias, ligadas por parentesco o cuestiones económicas. Desde un punto de vista político actuaba como un clan, desde el plano social como cooperativa y desde el económico como una sociedad mercantil y financiera. Los albergos poseían flotas propias y sus miembros cambiaban su apellido por el de albergo y sus blasones. Enseñat, que con tantas sorpresas habría de tropezar durante su trabajo, contempló con estupor en los archivos genoveses que no figuraba ninguna familia Colombo ni en manuscritos ni en genealogías, cuando historiadores italianos afirman que en Génova residía una familia Colombo en el distrito de Macagnana. El misterio lo desveló en Madrid, en la Biblioteca Nacional, a través de dos voluminosos manuscritos italianos de principios del XVII. ¿Cómo llegaron a la capital de España?Hay que remontarse a la Historia para recordar: en 1528 Carlos V se alió con el albergo genovés de los Doria y acuerdan que Génova sería una República aristocrática regida por un Dogo elegido entre las 28 familias nobles, pero tutelada por España, algo que sucedió hasta 1793. Esta relación explica que los documentos que manejó Enseñat estén en España.
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