Las
inferencias
automáticas se llaman así, porque se realizan sin que el lector deba hacer
un esfuerzo conciente para ello. Esto ocurre generalmente cuando se activan
conocimientos disponibles o que están implícitos en el enunciado que se lee,
tal como podemos apreciar en el siguiente ejemplo:
La
señora Margarita cortaba la carne en pequeños trozos y luego la freía en
aceite de oliva.
Aquí
se infiere automáticamente "con
un cuchillo" , lo que no demanda una operación
mental compleja y ocurre durante la lectura en fracciones de segundo.
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