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Evolución
de la medicina en el tiempo
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“La
evolución de la medicina a lo largo de la
historia es fruto de la cultura existente en un
tiempo determinado, por eso se dice que la medicina
es hija de su tiempo”. Con esta frase, Elso
Schiappacasse resume los cambios que ha sufrido
la medicina desde la antigua Grecia hasta nuestros
días, en la denominada etapa del posmodernismo,
que se caracteriza por la globalización de
la informática, las comunicaciones, la economía,
la revolución de la ciencia y la tecnología,
la crisis espiritual y religiosa de occidente y
una cultura relativista en el campo valórico.
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El
acelerado progreso científico-tecnológico
ha hecho reflexionar sobre la relevancia de la ética
y la bioética, explica. “Desde hace un tiempo
se advierte que planteará desafíos políticos,
económicos y especialmente valóricos”.
El
gran dilema es si la profesión médica deberá
seguir las líneas del juramento hipocrático
siendo ciencia, arte y moral, o se convertirá en
una profesión con ribetes industriales, comerciales
y financieros.
Ante
esta duda surgió el nuevo concepto de profesionalismo
médico que confirma su compromiso con la sociedad.
“La medicina ha sido y es mucho más que asistencia,
es investigación y ha sido siempre docencia y la
misión de enseñar y aprender es un hecho
inseparable del ser médico”.
De
ahí que la profesión médica sea pionera
en la educación, arguye. La educación médica
ha evolucionado hacia una disciplina académica,
basándose en los pilares de la educación
actual que enfatizan el aprender a aprender. “Para
mantener y acrecentar nuestra vigencia hay que dar un
salto enorme y fijar la mirada en las actitudes y aptitudes,
que a diferencia de los contenidos programáticos,
son permanentes, nos acompañan para siempre y son
fuente de renovación”. “No habrá
proyecto personal posible si los estudiantes no adquieren
un sano espíritu crítico, si no adquieren
la fortaleza de la incertidumbre, la fuerza de la duda
y la precariedad de las certezas”.
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