Entre los aspectos que destacó el Rector figura la reestructuración de
la organización universitaria y las siete metas siguientes:
- Someter gradualmente a Acreditación, todos los programas de pregrado y de posgrado
que en la Universidad se dictan.
- Generar una base de datos institucional, tanto de información académica como
administrativa que sea funcional, accesible, actualizada y de fácil operación.
- Mejorar los espacios físicos disponibles para la docencia, la investigación, el
trabajo administrativo e instalaciones para los estudiantes.
- Aumentar las asignaturas que se dictan en el Programa Lectivo Extraordinario de
Verano, como una manera de mejorar los rendimientos, disminuir la repitencia y la
deserción y reducir el tiempo que transcurre hasta la titulación de los alumnos.
- Mejorar las comunicaciones al interior de la Universidad y con la sociedad.
- Acrecentar el aporte cultural que la Universidad, bajo su particular esfuerzo,
realiza habitualmente a la comunidad local, regional, nacional e incluso internacional,
mediante la presentación de conciertos, exposiciones, publicaciones, conferencias y
otros.
- Fomentar las relaciones institucionales de modo de establecer vínculos de mutua
colaboración con universidades e instituciones tanto del país como de otras naciones.
"Además, nos hemos propuesto revisar la estructura organizacional de nuestra
Universidad. En los últimos años, el volumen y variedad de la actividad universitaria
han aumentado y se ha diversificado notablemente. Debemos pensar, si la estructura que
actualmente posee, que data de la década de los 80, es adecuada para responder a los
requerimientos actuales del trabajo universitario. Pensamos que iniciar al más breve
plazo un análisis de su funcionalidad y pertinencia es una tarea inminente que no podemos
soslayar", concluyó.