Acerca de las visiones que tienen las ciencias sociales de lo que parece ser una
imprevisión de una sociedad para enfrentar las catástrofes producidas por inundaciones u
otros efectos provocados por cambios climáticos, con una secuela de sufrimiento, dolor y
aumento de las carencias, el sociólogo Manuel Antonio Baeza, director del departamento de
Sociología, expone sus puntos de vista.
Este tipo de fenómenos, dice Baeza, que se repite en cada oportunidad en que las
fuerzas de la naturaleza afligen a las personas, en especial, a las más pobres y con
menos recursos, está vinculado a una suerte de conciencia tardía del hombre, una
conciencia tardía sobre el daño al medio ambiente, en primer lugar.
"Creo que nosotros habíamos tenido desde las ciencias
sociales, y desde la sociología en particular, una reflexión acerca de la distribución
inequitable de los recursos; creo que habíamos entendido el fenómeno de la pobreza, que
habíamos entendido el problema de los sistemas económicos y sus efectos sobre los grupos
humanos, pero no habíamos entendido lo que simultáneamente estabamos produciendo a
través de la sociedad industrial: el productivismo conducía a una gran alteración del
medio ambiente. Hoy día entendemos también la relación que existe y la entendemos como
una conciencia tardía la relación que hay entre la depredación y la modificación de
los climas, por ejemplo. Y eso tiene que ver mucho con el desarrollo de la catástrofe y
los efectos que tiene, en particular, en los países pobres".
A su juicio, existe una autonomización de la economía, ésta no es pensada a partir
de la gran masificación de los bienes de consumo y de los efectos que produce en la
naturaleza y en el ser humano como consecuencia. Parece no existir una relación directa
entre la economía y el hombre; entre la satisfacción de necesidades y la producción. La
economía y el productivismo adquieren una lógica propia, es decir, se pasa de la
preocupación de la utilidad social de lo que se produce a la utilidad meramente lucrativa
de lo que se produce.
Por su parte, el sociólogo Claudio González, acota sobre el tema. Resulta curioso,
por decir lo menos, cómo las alteraciones catastróficas del clima, producen efectos
desoladores, particularmente, en los países pobres. Falta una racionalidad desde el
Estado para las regulaciones correspondientes que van desde una planificación territorial
urbana y rural hasta las demandas