Lo más probable es que si estás en la Universidad de Concepción te encuentres de improviso un papel de fotocopia pegado en la pared. Quizá en el baño, mientras estás sacudiéndote o estás más rojo que el atardecer ("¡pura poesía, hombre!"), y de pronto te llama la atención alguna palabra como "culito" o "puto", o alguna blasfemia por el estilo, así a la pasada... Es el Amante. No dudes.
Y bueno, como decíamos, aquí regresan los mismos cabrones del Amante, tratando de desflorar vírgenes por la Web, siempre quedando muy bien consigo mismos pero no con todos. Eso ni pensarlo. Además, esta tropa de veleidosos y desterrados todavía me tienen contratado para diseminar sus sandeces. ¡Habráse visto!
A qué aburrirte más. Este es el Amante en la Web, luego del silencio. No es mucho, pero es lo que hay. ¡Ah! No cierres la ventana celeste, que está hecha para ser leída. Otrosí. Hay un par de links aquí y otros más allá, pero estos de acá están redactados por el mismísimo César Valdebenito. ¿Que no sabes de quién se trata?. Pues léelos, que ese es el juego. Y no sigo prometiendo maravillas acá. Todo lo contrario. Léete la Apertura al Amante en la Web y verás. Adiós.
El Webkeeper