Antes de echar el vistazo a esta página, puedes atar todos tus buenos deseos a los cordones de tus zapatos y tirarlos al mar. En este líbelo con sus tipos y chicas cojonudos(as), jamas vas a decir: "¡Cristo! Esto es la mierda de bueno", ¡No!, nos dispararíamos un tiro antes de escuchar algo como eso o por lo menos nos taponaríamos las orejotas con las plumas de la almohada. Así es que agárrate con tus dos manos lo que alcances de lo que tú ya sabes, manguerita, culo, coñito, y como buen chico o jodido marica o lo que tus mierdosas hormonas sean, intenta tragarte esto y si no quieres nos da lo mismo, ¡filo!. No sé si nos entiendes pedazo de cabrón, esta no es una revolución, es un cubo de mierda literaria. Ni siquiera esperamos que nuestra farfulla te estimule, este es sólo un pedo en medio del torbellino, de hecho la página que empolva tu pantalla esta ahí por un par de buenazas razones; por que sabíamos que ya nada teníamos que decir, nada que hacer, y nada que ganar y segundo, porque estábamos a punto de darnos de patadas por el culo porque el mamón del Pedro se lo pasaba mirándole las tetas a la Natalia, el patizambo de Leonardo creía que sólo con las bocanadas de un porro podría en sueños bajarle la jodida falda a la pequeñita more-
naza, una tal Lassytanía (su supuesto juguete de playa), porque Buzolic con sus ojitos de ensueño cada vez que leía en El Amante su Peter Pan, se entrababa en un estado de sonambulismo que lo hacia correrse y luego mojar los calzoncillos y para rematar porque la caramelito de la Jhose, el fruto apetecido, se balanceaba como un caramelito para cuanto perico con cara de macaco o de ángel se le cruzaba por delante, bueno ella ERA el caramelito, lo decían todos mis amigos (lo de la patada en el culo por lo menos en mi caso estaría muy bien y creo que la recibiría con todo gusto) y por último, porque todavía podía arrancarse una meada el infante orondo de la promiscuidad shotokay Sergio y con él el fantasma Vigore. Y para que no existan confusiones al respecto, además de este texto para colocar en esta página agregué una fotografía en la cual aparezco con un vaso rebosante de un incierto alcohol, les quiero aclarar: en mi vida he tomado, soy más sano que una flor: soy un santo, aún así todo esto nos tiene sin cuidado, si seré pedazo de burro, pero bueno es nuestra cara.
César Valdebenito, Director de "El Amante de la China del Norte",
Diario de poesía publicado
por estudiantes de la U. de Concepción, Concepción, Chile.