Evaluar la competencia lectora de los estudiantes constituye una tarea complejísima que pone al profesor ante la situación de tener que dar un juicio acerca de las habilidades de lectura de un sujeto a partir de su actuación frente a una prueba que se basa en un texto y un contexto determinados y en la que los resultados dependerán tanto de las características de la prueba y el contexto como de las estrategias del lector y su conocimiento de mundo.
Para ayudar a los profesores en esta compleja tarea, hemos construido una escala para evaluar la comprensión que permita -- al momento de elaborar las preguntas de la prueba-- determinar el grado de dificultad de los ítemes tomando en cuenta las demandas cognitivas implicadas en las preguntas.La comprensión de lectura es una habilidad mental que, como sabemos, solo es posible observar de manera indirecta. No podemos observar directamente las operaciones mentales que realiza el lector mientras lee. Pero sí podemos hacer inferencias acerca de ellas. Al hacer inferencias debemos tener en claro, por supuesto, en qué nos basamos. Una fuente de datos que puede ser de ayuda al momento de construir una prueba es tener claridad sobre las demandas reales que nuestras preguntas plantean al lector.La escala de evaluación que aquí presentamos describe cuatro niveles o grados de dificultad de las preguntas basándose precisamente en la clase de operación mental que deben llevar a cabo los estudiantes para responder correctamente.La escala parte de un nivel muy simple en donde lo que se demanda al lector es solo localizar información contenida en el texto para pasar luego a comportamientos de mayor complejidad, como es el nivel cuatro, donde para responder debe tenerse la capacidad de usar la información contenida en el texto para resolver un problema.Como no es fácil distinguir niveles de complejidad en las demandas cognitivas basándose en una mera descripción de esas demandas, hemos elaborado ejemplos de ítemes de prueba que ilustran los niveles de la escala.Los ejemplos, para facilitar el manejo de la escala, incluyen la pregunta, el texto en el cual se basa, la respuesta correcta, la identificación del nivel y la descripción de la situación o contexto en que la pregunta surge. Toda esta información que se proporciona ayudará al usuario de estos materiales a ver con mayor claridad el sentido y alcance de la escala de evaluación que se presenta.
Nuestra esperanza es que los materiales que aquí hemos presentado sean de utilidad para los profesores de lengua materna y les ayuden realmente a mejorar la calidad de los instrumentos de evaluación que construyen.
