Con una
población reducida –aproximadamente 15 millones de habitantes– y concentrada
en el centro del territorio, los extremos del país están casi
deshabitados, con tierras vírgenes y grandes Parques Nacionales y Áreas Silvestres Protegidas que representan casi el 19% del territorio de Chile
continental.
El país tiene
climas, relieves y paisajes difíciles de imaginar, reunidos en un mismo
territorio.
A lo largo del
país, el paisaje varía suavemente, en el norte está el desierto más árido
del mundo, más al sur el desierto florece en sorprendentes oasis. Luego,
el fértil corazón agrícola, seguido de hermosas praderas onduladas y
selva, para terminar en un largo y selvático archipiélago. Espléndido
telón de fondo es siempre la nevada cordillera de Los Andes.
Pero es en su
anchura donde Chile depara mayores sorpresas. Un corte transversal típico
del país muestra al poniente la costa oceánica, seguida de la cordillera
de La Costa, luego una depresión o valle intermedio, para terminar en las
altas cumbres de Los Andes.
Chile es una
loca geografía que ofrece a cada momento lo inesperado.
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