SUELOS DE LA SEGUNDA REGION.
El proceso Pedogenético (formación de las tierras) inhibido en esta región por la aridez, la falta de vegetación y las bajas temperaturas de las tierras altas de esta región. Los suelos se caracterizan por el escaso contenido de material orgánico mínima profundidad y fuerte influencia salina y en general por las pocas aptitudes agrícolas, las excepciones están dadas por los suelos Azonales vinculados principalmente a los escurrimientos de aguas, donde se presenta un mínimo desarrollo agropecuario. En el norte se distinguen principalmente 3 tipos de suelos.
1. Suelos Desérticos grises. En las partes mas altas de los andes las temperaturas son tan bajas que no hay oxidación. A pesar de ello la vegetación de gramíneas incorpora una materia orgánica que las aguas introducen al suelo donde predominan las sustancias minerales. Son suelos muy delgados, azotados por los vientos y por las bajas temperaturas y, en consecuencia, no son de utilización agrícola.
2. Los Suelos Desérticos rojos. Dominan todo el desierto de Atacama, caracterizado por una pedogénesis trunca por la ausencia de aguas, la profunda pedregosidad y la cementación de las sales que se confieren atributos a sus perfiles, de acuerdo a las características químicas y físicas de los materiales constitutivos
3. Los Suelos Azonales. Están formados por material fino depositados por las aguas en el fondo de salares y valles. El curso del Loa, sobre todo en la cordillera septentrional y central de la segunda región, esta ayudando a este tipo de suelo a lo que hay que sumar el aporte antrópico (del Hombre) que data desde los tiempos prehispánicos. El acondicionamiento del suelo se refiere a la construcción de andenes, al manejo cuidadoso del agua, a la incorporación de materia orgánica y elementos nutrientes y a rotación de cultivos. En fin. A una agricultura de jardín que se impone a la inclemencia del desierto.