La más visceral de las necesidades, la de publicar y dar a conocer los textos escritos, fue la que a principios de 1980 dio vida a la revista Posdata, creada por alumnos de nuestra Universidad y que se convertiría en un referente ineludible de la poesía nacional.

En un encuentro-homenaje a los poetas de Posdata, se reunió el viernes pasado a dos de los integrantes del comité editorial e iniciadores de la revista, Carlos Decap y Tomás Harris, quienes individualmente hoy ocupan espacios importantes dentro del firmamento poético latinoamericano, junto a Juan Zapata, poeta de la segunda etapa de la publicación y actual académico de nuestra Universidad, transformándose en protagonistas de la jornada, con lecturas de su obra y conversaciones en torno al espíritu de la publicación.

La ocasión fue también momento para convocar a otros poetas y amigos de la época, haciendo aflorar recuerdos, rencillas y un ambiente similar al de la década del 80 universitaria.

Según Tomás Harris, Posdata nació luego de diversos recitales y lecturas de poetas en auditorios universitarios. “Posteriormente junto a Nicolás Miquea sacamos unos apuntes mimeografiados que respondían a una necesidad de grabar la letra. Por otra parte, cuando entramos a la Universidad nos encontramos con una tradición de revista literaria en la cual se daban a conocer poetas con un espíritu grupal”.
Algo con lo que coincide Carlos Decap al recordar los dichos de Floridor Pérez: “más que mi libro, nuestra revista”.

Ese espíritu presente desde los años 60 fue recogido en los 80 creando Posdata, una revista situada en Concepción, con una identificación cronológica, grupal y situacional. “Nos reconocíamos en Concepción como una metonimia de Chile y de Latinoamérica. El nombre lo tomamos del libro de Octavio Paz, Posdata, que es una respuesta a la matanza de Tlaltelolco”, dice Harris.

A su juicio, desde sus comienzos Posdata tuvo un carácter bastante político, buscando responder a las exigencias de la época desde una pertenencia intelectual, poético-literaria. Sin embargo, agrega desde el número 1 al último nunca se perdió de vista que se trataba de una revista de poesía, pero con impronta crítica no menor.
Para Zapata, la revista tuvo dos etapas, la primera marcada por la falta de apoyo material de la Universidad, aunque con suficiente apoyo intelectual. En esa época él vio a estos poetas como lector y receptor, incorporándose al proyecto en la segunda etapa de Posdata, que estuvo determinada por los conflictos políticos nacionales.

Una de las actividades más significativas de la revista es la que recuerda Decap; se realizó en 1981 en el Cecil Bar de Prat y ahí se desarrolló un encuentro muy particular con la incorporación de fotografías, grabaciones de sonidos urbanos, un texto que escribieron Harris, Decap, Henríquez y Jacobson.

El proyecto cultural de Posdata duró hasta 1986. Vino una diáspora y tanto Zapata como Decap se fueron de Concepción. Cambió el sistema y cada uno comenzó con proyectos individuales.

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Académicos recibieron Premios Municipales Destacando que cada uno merece la distinción por su trabajo, su vida al servicio de la comunidad, su imaginación y su permanente entrega en los ámbitos de las ciencias, las humanidades y el arte, la alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe entregó el miércoles 4 de octubre los Premios Municipales de investigación Aplicada, Ciencias, Ciencias Sociales y Arte. Los dos últimos recayeron en los académicos de nuestra Universidad Dieter Oelker y Jaime Fica, respectivamente. Además, el viernes pasado se inauguró una exposición de este último en la multisala municipal. Para Fica el premio responde de manera evidente a su presencia constante como actor decidido en el campo de la creación artística. Con 64 exposiciones individuales nacionales, 71 colectivas nacionales, 10 muestras individuales en el extranjero (América Latina y Europa), 2 colectivas en Europa, 18 premios de distinto rango y obras en colecciones particulares de América y Europa, Fica actualmente se encuentra en un proceso pictórico que le ha permitido despojar a su obra de ciertas referencias exteriores para mostrar una arquitectura esencial y personal. Reconociendo que durante su período de trabajo plástico ha desarrollado cambios notables, asegura estar siempre dispuesto a “embarcarme en nuevas aventuras permanentes”. Oelker está actualmente participando en un seminario de literatura en Alemania lo que le impidió asistir a la entrega de los premios. En su caso se reconoció los más de 40 años de aporte a la formación de Profesores de Español, estudiantes de Magister y Doctorado en Literatura. Como señalara el documento con el cual la Universidad le presentó al premio, “la creación reflexiva y crítica del profesor Oelker durante estos años permite dibujar un mapa de las complejas transformaciones que han vivido los Estudios Humanísticos durante la segunda mitad del siglo XX y el comienzo del siglo XXI”.