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La LOCE: el Proyecto de 1992
 Uno de los temas que está en la agenda del Consejo Asesor Presidencial de la Calidad de la Educación y que el movimiento de los estudiantes secundarios ha postulado dentro de sus demandas de fondo es la reforma de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, LOCE, promulgada en las postrimerías del Gobierno Militar y publicada en el diario oficial del l0 de marzo de l990, el día anterior a la entrega del mando.
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La modificación de dicho cuerpo legal ha estado desde los comienzos de los gobiernos de la Concertación en sus programas. El ex Presidente Ricardo Lagos recordó su preocupación sobre el tema siendo ministro de Educación del Presidente Aylwin, lo que se materializó con el envío de una “modificación muy completa de la ley”, introducida en la Cámara de Diputados el 10 de septiembre de l992, sin que llegara a votarse.
De alguna forma, este único esfuerzo de reforma amplia de la LOCE tuvo el carácter de proyecto matriz de otros posteriores que se concretaron en algunos cambios puntuales y leyes específicas.
Los temas pendientes, y en los que coinciden la mayor parte de los actores, apuntan a concordar en normas que permitan un racional equilibrio y armonía entre dos valores como son la libertad de enseñanza y el derecho a la educación y un adecuado resguardo a la fe pública involucrada en el ofrecimiento de oportunidades educativas. Todo ello en el marco de reconocimiento de la educación como un bien público que interesa a todos y a los sectores público y privado.
El académico Juan E. García Huidobro, quien encabeza el Consejo, ha indicado que a su juicio en Chile “el derecho a la educación está subordinado a la libertad de enseñanza, lo que provoca que se den situaciones impensadas”. José Joaquín Brunner, quien presidió la comisión que lleva su nombre sobre educación superior, ha señalado que la LOCE tiene un ”déficit de origen” que hace que “goce de poca legitimidad social” y advierte que los cambios legales pueden ser razonables a condición de tener como base un “amplio consenso de política educacional, cosa nada fácil de obtener”.
Senadores de oposición se han adelantado a afirmar que rechazarán los intentos de debilitar la libertad de enseñanza a través de la reforma a esta ley. La Presidenta de la República, por su parte, espera que se forje una visión consensuada de éste y otros temas y que cuando no sea posible se le entreguen los diversos puntos de vista al gobierno.
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