Promoviendo estilos de vida saludable
Uno de los objetivos es propiciar instancias que hagan relevante la conducta y los hábitos de cuidado en la salud de la comunidad.
Con el propósito de constituirse en un aporte al desarrollo del quehacer universitario, posicionando una vez más a nuestra casa de estudios como líder a nivel nacional en el cuidado de la salud, se dio inicio el viernes pasado al programa Universidad promotora de salud-UdeC
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Esta es “una temática que no siendo nueva, requiere de la utilización de estrategias creativas e innovadoras que la sitúen en un lugar de privilegio en la formación de personas y en la experiencia diaria de vida”, según lo indicó el vicerrector Ernesto Figueroa, uno de los impulsores de este programa, en el lanzamiento de la iniciativa.
En esta materia, la autoridad universitaria apuesta por el concepto de que “como sean nuestras conductas y cuidados en salud, dependerá la calidad de vida de cada uno de nosotros”. Este es uno de los fundamentos para llevar a cabo una iniciativa de carácter pionero a nivel universitario en el país, y que toca diversos actores de la vida dentro de una institución como la nuestra.
En su visión, la Universidad establece “llegar a ser reconocida como la institución de educación superior del país con mayor capacidad para adaptarse y adelantarse a los cambios sociales, económicos, ambientales, tecnológicos y culturales de su entorno”. Desde esta perspectiva y como una institución de vanguardia, señaló el Vicerrector, “no podríamos estar ajenos a la propuesta de Universidad promotora de salud, que nos convoca a no conformarnos con el hecho de ser sólo forjadora de los individuos y del desarrollo científico y social, sino que debemos involucrarnos con el bienestar y la promoción de entornos adecuados a través del desarrollo de políticas universitarias saludables”, puntualizó.
En opinión del vicerrector Figueroa, la Universidad debe fomentar el cuidado de la salud entre todos sus miembros y ser un polo de desarrollo de lineamientos que promuevan hábitos de vida saludables, previniendo la aparición de enfermedades –más que el posterior tratamiento- y generando cambios en la actitud de las personas hacia el ambiente.
“La Universidad debe responder a los desafíos de la modernidad, del conocimiento y de la globalización, particularmente en el ámbito de la formación de profesionales y del bienestar de toda la comunidad universitaria”, indicó.
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