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Actividad
física, factor protector de la salud
La
actividad física está conceptualizada
como cualquier actividad corporal intencionada orientada
a satisfacer necesidades de la vida diaria, laboral,
social o lúdica, que se objetiva mediante la activación
de la musculatura esquelética, generando una gasto
energético por sobre las calorías que se
consumen a través de los alimentos.
Investigaciones
de diversa naturaleza han demostrado que quienes
llevan una vida activa son más saludables,
viven más tiempo y tienen una mejor calidad
de vida que las personas inactivas. De ahí la
importancia de la promoción de hábitos
sistemáticos y permanentes de vida activa
y saludable que perduren en el tiempo, un tema
que surge con fuerza cada año, con la
celebración del Día Internacional
de la Actividad Física, fecha propicia
para reflexionar sobre los beneficios que el
ejercicio otorga a nuestras vidas.
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La docente del departamento de Educación Física
y diplomada en Promoción de la Salud, Liliana
Cuadra, señala que la actividad física
es el factor protector más importante para prevenir
enfermedades no transmisibles, como la obesidad o las
afecciones cardiovasculares. Los expertos señalan
que sólo 30 minutos de ejercicios moderados al
día pueden contribuir a mejorar ostensiblemente
nuestra salud y, por ende, nuestra calidad de vida.
Liliana Cuadra, quien es también directora del
Programa de Extensión Actividad Física
y Salud, claves para el bienestar de su Departamento,
explica que esta actividad no está necesariamente
asociada a la práctica sistemática de deportes
y que se puede abordar en los diversos espacios que ocupamos
a diario, sin requerimientos especiales de indumentaria
o implementos.
Las recomendaciones son simples: practicar la recreación
activa (pasear por espacios naturales, usar medios de
transportes que permiten realizar movimientos de distintas
partes del cuerpo o jugar con materiales que se enfocan
al mismo fin, de preferencia en ambientes que motiven
sensación de placer y bienestar) y hacer pausas
activas en el trabajo, propiciando la movilidad de segmentos
del cuerpo que por las características de las
labores diarias tienen menos actividad (ejercicios para
las articulaciones de hombros, manos, cuellos, rodillas
y tobillos).
La especialista señala que los beneficios de la
actividad física se observan en diferentes ámbitos.
En lo biológico, dice, contribuye a fortalecer
el aparato cardiovascular, ya que protege al corazón,
las venas y arterias del ateroma, la placa que se forma
por el colesterol elevado y la ingesta de grasas saturadas;
mejora la tonicidad muscular, la irrigación sanguínea
y la oxigenación de todo el organismo. En lo social,
favorece la interrelación con otras personas,
mientras que en ámbito sicológico, ayuda
a liberar las tensiones, a manejar el estrés y
a construir una actitud positiva frente a la vida.
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