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Presencia
de América Latina
La chilena con el rostro de Dorantes
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El
cuerpo de la mujer desnuda, que simboliza a América
Latina, con el rostro inconfundible de la musa de
González Camarena, es el de una penquista.
Su nombre es Alicia Cuevas. Cuenta Albino Echeverría
que conocieron a Alicia una noche en la que los
artistas, después de una jornada de pintura,
salieron a despejarse los vapores de los acrílicos.
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“Muchas
veces ha sido contada esta historia con un toque de picantería”,
comenta el asesor, pero inmediatamente aclara que “nunca
hubo nada en ese tenor. La modelo vino un día y
posó, con el mismo manto que aparece en el mural,
para González Camarena. Él la fotografió
–con una polaroid- y tomó los distintos detalles
de las manos. Luego a Alicia le dibujamos el contorno
de su cuerpo en un gran papel y marcamos su altura en
el mismo mural, sobre un banquillo”.
De
ahí que sea un punto focal dentro de la composición
del mural. Su cuerpo está en tamaño real,
incluso las dimensiones y redondeces de su anatomía.
Pero en esos ojos y boca existe la inconfundible presencia
de la majestuosa Victoria Dorantes.
En
ese tiempo, cuando Alicia posó para el artista
mexicano, tenía 37 años pero su forma encantó
al extranjero, tanto que algunos rumorearon secretos romances
entre ambos, lo que ni Jorge González Camarena
ni la propia Alicia Cuevas, hoy retirada y residente de
la comuna de Coronel, jamás confirmaron.
Lo
cierto es que la Dorantes chilena, de hoy aproximados
75 años, vivió en la localidad de Yungay,
donde tenía un restorán junto a su marido
y a sus hijos. Quienes la conocieron no dudan en señalar
que era mujer de belleza imponente
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