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Escuela
de Verano 2002
Identidad y globalización
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El
Coro Universidad de Concepción dio el inicio a la
escuela de temporada interpretando el himno de la
Universidad. El escenario para las actividades del
martes fue el hall del mural en la Casa del Arte.
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Continuando
con la tradición estival de las escuelas de temporada,
en su cuarta versión la Escuela de Verano 2002 tomó como
conexión temática integrada el subtítulo de Identidades
latinoamericanas y globalización; un tema que, en los
tiempos que corren, atañe a la sociedad en su conjunto
en la reflexión acerca de los desafíos principales que
este mundo global impone a la cultura.
“Mi
amada tierra” de Santos Chávez vigila desde afiches y
programas el desarrollo de esta actividad que se extenderá
hasta el 19 de diciembre, ocupando el máximo de los espacios
universitarios.
Tradición
estival, ya ha sido dicho, pero extraño verano que inauguró
la temporada académica con una llovizna persistente y
sordomuda. En fin.
Luego
del himno de la Universidad interpretado por el Coro de
nuestra casa de estudios, fue la directora de Extensión,
María Nieves Alonso, la encargada de inaugurar esta versión
de esta escuela ante un público compuesto por autoridades
universitarias, académicos, alumnos e integrantes de la
comunidad interesados en la cultura. La ceremonia fue
transmitida en directo por Radio Universidad.
En
su estilo sustentado en lo literario y la intertextualidad,
Alonso repasó someramente lo que han sido los temas abordados
en las anteriores escuelas de verano: violencia, guerra,
horror, con algunas referencias, incluso, a invitados
de este año a la Universidad.
Tampoco
pudo evitar mencionar lo que ha marcado nuestra agenda
noticiosa mundial durante el año 2001, con escenario en
Estados Unidos y Medio Oriente: “hubiéramos querido, lo
pensamos y discutimos, reflexionar sobre las formas y
figuraciones del amor para nuestro milenio. O en la formas
de Eros y Tanatos. Sin embargo, la realidad nos indicó
un núcleo de reflexión que cruzó (cruzará) nuestras vidas
cotidianas, académicas e intelectuales de una manera quizá
nunca sospechada hasta los sucesos del año 2001”.
Del
horror al humor, todo lo difunde este dispositivo global
que es la tv o internet; castigo global e indiscriminado,
sugirió Alonso: “la globalización es evidente y está en
todos lados, pero su vulnerabilidad también es evidente”.
Y agregó, “en este territorio, un continente debe reconocer
sus identidades, sus lenguas y articulaciones culturales,
sus etnias y pensar en ellas y en la libertad de tener
derecho a tener algo que decir”.
La
directora de Extensión terminó su particular discurso
de inauguración con una cita del poeta mapuche Lionel
Lienlaf: “el sueño de la tierra grita en mi corazón”.
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