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Entregados
premios municipales 2001
Constructores de la historia de Concepción
La
alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe encabezó la
ceremonia de entrega de los Premios Municipales,
donde 4 académicos de la Universidad fueron homenajeados.
“Somos
conscientes que no somos islas en nuestras actividades,
que somos parte de una interacción comunitaria,
de equipos de trabajo, de una institucionalidad
que nos ha cobijado como es la Universidad de Concepción,
a ella y a nuestros colegas y amigos académicos,
nuestro reconocimiento”.
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Con
estas palabras el nuevo Premio Municipal de Ciencias Sociales,
Arnoldo Pacheco, agradeció a nombre de todos los homenajeados
la distinción que fue entregada el jueves pasado en el
acto central del aniversario de Concepción, realizado
en el Salón de Honor de la Municipalidad. Pacheco compartió
con Leonardo Mazzei el premio recientemente instaurado;
los otros distinguidos fueron Rogel Wallace, en Ciencias
Aplicadas; María Imschenestzky, en Ciencias, y Humberto
Duvauchelle, en Arte, mientras Juan Eduardo King, recibió
la medalla al vecino destacado, René Louvel Bert.
Con
estas palabras el nuevo Premio Municipal de Ciencias Sociales,
Arnoldo Pacheco, agradeció a nombre de todos los homenajeados
la distinción que fue entregada el jueves pasado en el
acto central del aniversario de Concepción, realizado
en el Salón de Honor de la Municipalidad. Pacheco compartió
con Leonardo Mazzei el premio recientemente instaurado;
los otros distinguidos fueron Rogel Wallace, en Ciencias
Aplicadas; María Imschenestzky, en Ciencias, y Humberto
Duvauchelle, en Arte, mientras Juan Eduardo King, recibió
la medalla al vecino destacado, René Louvel Bert.
Para
la alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe, la ceremonia,
más que el rito de una solemne premiación correspondió
a un “necesario, justo e ineludible” acto de reconocimiento
de la ciudad a algunos de sus hijos más selectos. “Ellos
son los que hacen la historia de la ciudad hoy día, destacando
en los distintos ámbitos de sus competencias”.
De esta manera, dijo, junto con identificar a quienes
ponen el conocimiento, la capacidad y el talento al servicio
de la ciudad, los llamó a continuar “aportando con sus
brillantes inteligencias al desarrollo y auge cultural
de nuestra ciudad”.
Durante
su intervención, marcada por su compromiso con el conocimiento
al servicio del desarrollo del hombre, reflexionó acerca
de la “necesidad de una sabiduría”; sabiduría como la
finura del espíritu de cada hombre para saber discernir
lo que es bueno para la vida. “Debemos propiciar en la
existencia personal el desarrollo de una actitud de sabiduría
ante la vida y el entorno, entendida ésta como una capacidad
interior para saber discernir lo que es esencial en la
vida, lo que es humanizador”. La humanización de la vida
y la construcción de la esperanza sellaron el discurso
de Pacheco que dio paso a una breve y emotiva intervención
de Humberto Duvauchelle quien recordó su vida infantil
en Concepción y la “dulce inmadurez de la etapa del Tuc”.
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