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Seremi de Agricultura
inauguró año académico en Medicina Veterinaria
Un compromiso con la formación de profesionales Recordando los pasajes más relevantes de la historia de la Universidad y de
los inicios de las actividades académicas de la carrera de Medicina Veterinaria, en 1972,
el decano Rubén Pérez dio la bienvenida a los nuevos estudiantes de su facultad.
"Los recibimos con el convencimiento de que la confianza que han depositado en
nosotros, de guiarlos para construir su futuro, será recompensada con nuestro esfuerzo y
dedicación para entregarles la formación necesaria que habrá de convertirlos en
profesionales altamente capacitados, conscientes de su rol como promotores del progreso de
la sociedad", dijo.
Pérez afirmó que junto a esta tarea, el compromiso de los académicos también está
puesto en la transmisión de los principios éticos que debe considerar el ejercicio de la
medicina veterinaria, cuya preocupación básica es la salud y bienestar de los animales.
"Para bien o para mal, el ser humano ha interactuado siempre de muy diversas
maneras con otras especies animales...Hemos domesticado algunos para convertirlos en
animales de trabajo, hemos criado o cazado otros para alimentarnos, hemos introducido
otros en nuestros hogares para que nos hagan compañía e involuntariamente hemos cobijado
a algunos como plagas. Cualquiera sea la situación, los animales y sus productos se
hallan cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana". Por ello, aseguró que la
preocupación por la salud de los animales tiene un efecto directo o indirecto en el
bienestar de la humanidad, ya sea a través del control de alimentos y enfermedades
transmisibles "y otras múltiples acciones que muchas veces pasan desapercibidas para
la sociedad", dijo. |
La encefalopatía espongiforme bovina (Eeb), más conocida como enfermedad de las
vacas locas, fue el tema que el seremi de Agricultura, Carlos Montoya, trató en su clase
magistral durante la apertura del año académico en Medicina Veterinaria; ocasión en que
se dio la bienvenida a los nuevos estudiantes de la facultad
El seremi dijo que, aunque la Ebb es un problema fundamentalmente europeo
originado en el Reino Unido, en 1986- Chile adoptó desde los inicios de la
enfermedad las medidas de protección recomendadas por organismos especializados: en 1990
se prohibió la importación de animales, productos y subproductos bovinos; en 1991 el Sag
realizó una evaluación de riesgo de Ebb; en 1996 se estableció la obligatoriedad de
notificar indicios de la enfermedad, mientras que entre ese año y 1998 se colectaron
muestras de cerebro de 1274 animales en todo Chile para hacer el diagnóstico histológico
de encefalopatías espongiformes tranmisibles (Eet). Finalmente, el año pasado, como una
medida extrema de prevención, se prohibió la formulación, elaboración, distribución y
uso de alimentos y suplementos enriquecidos con proteínas de origen rumiante en la dieta
de rumiantes.
Todas estas medidas han evitado la presencia de la enfermedad en Chile, lo que ha
favorecido su clasificación en nivel 1 dentro de 4 niveles- en la evaluación de
riesgo geográfico de Ebb realizado por la Unión Europea; situación en la que además se
encuentran sólo Argentina, Nueva Zelanda, Australia, Paraguay y Noruega.
El éxito de las medidas preventivas ha demostrado las capacidades técnicas de los
organismos encargados de la fiscalización y control fitosanitario, a la vez que abre
insospechadas posibilidades para los productores nacionales. Pero a pesar de la
calificación de "país de riesgo despreciable", en Chile continúa la
planificación de medidas. Programas de capacitación a ganaderos y profesionales,
implementación de nuevas técnicas de diágnóstico, fortalecimiento de programas de
vigilancia y perfeccionamiento del programa de contingencia sanitaria, buscan mantener
fuera del territorio a la enfermedad de las vacas locas. |