ACERCA DELAS ESTATUAS VENDADAS
Pigmentar la escencia. Hacerla visible a los ojos de los Hombres es otorgarle
el trauma del nacimiento, el shock de la luz. Darle vida a la belleza es,
por supuesto, atarla, es decir,
humanizarla.
Las vendas son la carne, la albura los espíritus hermosos. Cristal, agua o yeso
permanecen intactos bajo la piel llagada.
Ahora las formas se llaman espejos. La belleza que el Hombre alcanza a
contemplar sólo es aquella que sufre, como él, idéntico imbunchaje.
ABRAZO EN TAÚRIDES
Por una noche ácida y sin tregua
arrastro el cuerpo de mi amigo
por el hueco confortable de su pecho
mi noche y su lámpara y su mueble
la noche roja en la que escribo pasan
Tan lejos de mi puerta
silabarios de la lengua suya
cabalgan un poema que se inclina
sobre la espuma ensangrentada de mi boca
o el recuerdo de la espuma ensangrentada de mi boca
que en mi pecho hacen la lámpara y su mueble
la noche roja en la que él escribe.
( Para mi amigo Carlos Henrikson)
LA PIEDRA
Yo sé por qué te duele
atraer con furia la piedra hasta los dientes
y arrojarla después como si nada
a la danza magnética
donde acaba el milagro
Con el tiempo te haz vuelto ciega
encandiláronte los verbos
la incandescencia de los verbos dolorosos
Te aniquilaron las alimañas palabreras
el susurro esquizofrénico de la naturaleza del hombre
Yo sé
que tu lamento no cesará jamás
porque tu hambre es mi hambre
y ese pan se hizo carne
se hizo fuego imposible de llevarse a la boca.
(a Alejandra Pizarnik)..........
MENOS LUZ
Mira, tengo un sismo en la garganta
La herrumbre o el fantasma de tus ojos se pasea
por mi verso
Mira
El arcoiris trozado sobre el musgo no es un signo
Mírame por favor, ya no me leas.
ESTACIÓN
Maldigo la vena del vino que se llevó las palabras
la mano del hombre que le arrancó la lengua al vaso
afasia de los tristes y los locos
Blasfemo el silencio todo
el dolor arrojado en esta mesa
No quiero yo ver el látigo de las estatuas carnívoras
Ojos que no ven corazón ahogado en Leteo
He escrito un poema para resucitar a mi padre
pero el carruaje también encierra su cisma de diamante
y las almas prefieren, a veces, la cuenca vacía
para depositar el eterno olvido de sí mismas.
( Para Eduardo Hidalgo)
UNA MÁSCARA Y UN MANTO PARA CUBRIR AL
VERDADERO POEMA
Siento que lo único que puedo hacer es volver casa
para ordenar los libros que dejé tirados
para enderezar la lámpara y dormirme
a lo mejor olvido por un rato todo lo de este planeta
y las promesas, a lo mejor las olvido.
Una vida nueva sería cubrirse con un río
( No supe si traían magia las palabras
pero la luz se me caía a borbotones
vino la poesía y me dejó desnuda
en los huesos se inscribieron las heridas
y el poema se hizo nuevamente)
EL ÚLTIMO
Ando buscando un árbol
que de sombra
entre cuyas raíces repose un cuerpo
que ya no lo sea tanto
Ando buscando un árbol
que de una sombra larga
pero profunda
Ando buscando una humedad
que se hunda como un túnel
en la tierra negra
Ando buscando una humedad
olorosa
con olor a sombra y árbol
Ando buscando un libro, seguramente
no un libro abierto sobre dos rodillas
Ando buscando un libro
para no humedecerme las nalgas
cuando me siente bajo la sombra
del árbol que ando buscando.