© Revista de Servicio Social
Vol 1, Nº 2, (Diciembre 1998 - Junio 1999)
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¿QUÉ PORVENIR PARA LA POLITICA SOCIAL? (*)
Elaine Carey-Bélanger
Profesora Titular
Escuela de Servicio Social
Universidad Laval, Quebec


    En esta era de mundialización, la política social está en un estado de movimiento y es objeto de un debate intenso y apasionado.

    Con el predominio del modelo neoliberal, con su apoyo al libre mercado y su llamado a la desregulación de las medidas sociales, podemos incluso interrogarnos acerca de si la política social tiene un porvenir.

    El futuro del Estado Social es puesto en cuestión y el análisis de la pertinencia misma de su existencia a la luz de las políticas económicas, las estructuras sociales y las estructuras políticas cambiantes, pasa a ser una de las cuestiones más importantes de nuestro tiempo, según Djaram dad: civil (libertad de la persona y derecho de propiedad y de protección), político (derecho a voto y libertad de expresión) y social (derecho al bienestar económico y a la seguridad social independientemente del mercado). Enseguida, es de gran importancia promover el derecho al trabajo y/o al apoyo para permitir a los individuos, hombres y mujeres, cumplir sus roles sociales y avanzar en su propia lógica social y en su contexto social particular.

    De allí, la necesidad para los trabajadores sociales, en todas partes del mundo, de comprender la política social y su rol esencial en la búsqueda de las formas de intervención más apropiadas para promover estos derechos humanos.

    En esta presentación, quisiéramos compartir nuestras reflexiones acerca del concepto de política social y su expresión en los diferentes regímenes del Estado-Social así como su crítica.

    Enseguida presentaremos una breve mirada sobre las tendencias y el estado actual de las políticas sociales en diferentes países.

    Finalmente comentaremos acerca de la importancia del rol del trabajo social y de los trabajadores sociales respecto de la política social.

 
LA POLITICA SOCIAL

¿Qué entendemos por "política social" ?

    Primeramente, al discutir de la política social, hacemos referencia a las acciones y posiciones adoptadas por el Estado en tanto primera institución de autoridad y de colectividad. En efecto, el Estado, como institución pública y colectiva, es particularmente importante en su relación con la política social.

El término "Social" representa lo colectivo y lo público versus lo privado.

    "Política social" comprende los fines y los objetivos de la acción social, las leyes, los programas y las acciones evaluables del gobierno, tomadas por una serie de consideraciones políticas para responder a un cierto número de carencias mediante mecanismos de redistribución progresiva de los ricos a los pobres, según las necesidades.

    La política social es determinada por la filosofía y la interrelación de las fuerzas socio-políticas y económicas de una sociedad dada.

Es una especie de contrato social entre un gobierno y sus ciudadanos y ciudadanas (Gil, 1992; Hill, 1996).
 

EL ESTADO SOCIAL (ESTADO-BENEFACTOR)

    El término "Estado-Social" se emplea genéricamente para los países en que el Estado juega un rol en la implementación de medidas sociales que respondan a las necesidades socialmente reconocidas en materia de seguridad, salud y bienestar. No obstante, todas las formas del Estado-Benefactor no son las mismas - tipo de intervención - como lo veremos, pero existe generalmente el compromiso de proteger a los ciudadanos y ciudadanas contra la amenaza de la pobreza, de permitir a la población mejorar su situación de vida y de proporcionar una red de seguridad para los ciudadanos que no están en condiciones de competir.

    Algunos países han sido reacios a adoptar este compromiso sosteniendo que el sistema toma la riqueza ganada por individuos competentes, para redistribuirla a la gente que no tiene un derecho "legítimo" de disfrutar de esa red de seguridad y entre los primeros de esos países: los Estados Unidos de Norteamérica y otros países liberales (Liera, 1992; Esping-Andersen, 1996).

Las dos tipologías siguientes ilustran esas diferencias.

LAS DIMENSIONES DEL ESTADO SOCIAL:

Residual, individual, industrial: tipología según Titmuss et Mishra.

Los conceptos de bienestar residual e institucional, tal como fueron desarrollados por Titmuss y sistematizados por Mishra, se ilustran en la Tabla I.


TABLA I:

TIPOLOGIA DEL BIENESTARY LOS SERVICIOS SOCIALES

CARACTERISTICAS PRINCIPALES SUBDIMENSIONES.
RESIDUAL.
INSTITUCIONAL
PROPORCION DEL PNB PARA GASTO SOCIAL
MINIMA
GRANDE
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO PARA IDENTIFICAR LAS NECESIDADES
MINIMA
OPTIMA
UNIVERSO DE BENEFICIOS APROBADOS POR LEY
LIMITADO
EXTENSO
POBLACION CUBIERTA POR LA LEGISLACION DE BIENESTAR 
MINORITARIA
MAYORITARIA
TIPOS DE PROGRAMAS DOMINANTES
SELECTIVOS 
UNIVERSALES
NIVEL DE LOS BENEFICIOS Y SERVICIOS 
MINIMO.
ELEVADO
TIPO DE FINANCIAMIENTO DOMINANTE  FUENTES PRIVADAS: COTIZACIONES  FUENTES GUBERNAMENTALES:IMPUESTOS
IMPORTANCIA DEL CONTROL SOCIAL
ELEVADA 
MINIMA
IMPORTANCIA DEL SECTOR PRIVADO - VOLUNTARIADO - PRACTICAS ALTERNATIVAS 
GRANDE 
LMITADA
(Titmuss, 1969; Mishra, 1992)
    La perspectiva residual se refiere a las sociedades en que la extensión de los servicios y beneficios estatales es mínima y en que el rol de las organizaciones privadas, de los grupos de ayuda mutua y del bienestar industrial no-cubierto por las prestaciones establecidas, es más importante. El sistema estatal debe intervenir solamente si las estructuras de la familia y del mercado son insuficientes (Titmuss, 1969; Mishra, 1992).

    En esta perspectiva la responsabilidad del Estado es mínima, los servicios establecidos limitados y la población cubierta por dichos servicios es minoritaria. El nivel de las prestaciones es bajo así como la proporción del P.N.B. destinada al sector social. Los beneficiarios son los pobres y la utilización del test de eligilibilidad es común. En su expresión contemporánea, este sistema favorece las medidas selectivas.

    La perspectiva institucional es totalmente diferente y propone un sistema de bienestar social como parte integrante de una sociedad moderna industrializada frente a las necesidades crecientes de protección de la población contra los riesgos.

    En esta perspectiva la responsabilidad del Estado es la óptima. Los servicios establecidos son numerosos. La mayoría de la población está cubierta por los servicios estatales en tanto ciudadano y ciudadana. El nivel de las prestaciones es más elevado así como la proporción del P.N.B. asignada al sector social. El test de eligilibilidad pasa a ser secundario. Este sistema intenta favorecer las medidas universales..

    Adicionalmente, existe además de estos dos modelos resumidos en la Tabla I, y en paralelo un tercer modelo o perspectiva - el bienestar ocupacional en que los beneficios son distribuidos según nuestra posición en la industria.
 

SEGUNDO ENFOQUE DE LAS DIMENSIONES DEL ESTADO-SOCIAL SEGUN ESPING-ANDERSEN

    Combinando la tipología de Titmuss y Mishra, y agregando un análisis en términos de movilidad de clase, Esping-Andersen ha identificado tres modelos de Estado-Social (bienestar capitalista):
 

  • el modelo social demócrata (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca)
  • el modelo corporativista (Austria, France, Alemania, Italia), y
  • el modelo liberal (Reino-Unido, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelandia y Australia)
  •     Tres dimensiones son movilizadas para llegar a esta clasificación: la relación Estado - Mercado; la estratificación social; y la desmercantilización como ilustra la Tabla II:


    TABLA II:

    REGIMENES DE ESTADO DE BIENESTAR Y DIMENSIONES DEL ESTADO DE BIENESTA
    REGIMENES 
    DIMENSIONES DEL ESTADO BENEFACTOR 
     
    RELACION
    ESTADO-MERCADO
    ESTRATIFICACION DESMERCANTILIZACION
    SOCIAL DEMOCRATA
    Pública Soliraridad/ Igualdad
    DERECHOS SOCIALES Y COTIZACION
     
    CORPORATIVISTA 
    SUBSIDIARIDAD 
    DIFERENCIACION POR EL ESTATUS Y LA FUNCION 
    DERECHOS SOCIALES/ESTATUS Y COTIZACION
    LIBERAL 
    MERCADO 
    DUALISMO 
    DERECHOS SOCIALES/ CONDICIONES DE INGRESO
    ESPING-ANDERSEN, 1990)
    El Estado y el Mercado

        La primera dimensión toma en consideración el grado de satisfacción de las necesidades humanas por las políticas sociales antes que por el mercado y el sector privado.

        En los modelos social demócrata y corporativista, la implicación del Estado y la parte de necesidades cubierta por el Estado es más importante que en el modelo liberal en que predomina el mercado.
     

    La Estratificación Social

        La segunda dimensión considera la manera en que el Estado contribuye a ordenar y a estratificar las relaciones sociales. Algunas políticas contribuyen a promover la solidaridad y la igualdad, mientras que otras, por el contrario, refuerzan las divisiones sociales en términos de clase, de estatus o de diferenciación profesional.

        El modelo social demócrata favorece la solidaridad al incluir al conjunto de los ciudadanos en programas comunes y reduce las diferencias económicas mediante la redistribución.

        El modelo corporativista, aunque ofrece los beneficios a todos, refuerza las diferencias de estatus ofreciendo diferentes programas sociales para los diferentes estratos de la población (por ejemplo: Burócratas, empleados civiles, personal sindicalizado, militares).

        El modelo liberal fortalece una forma de dualismo social entre, por una parte, una clase desfavorecida que beneficia de la asistencia social, y, por otra parte, una clase privilegiada que accede a los servicios sociales y los compra en el mercado (por ejemplo, en materia de salud o de jubilación) (Enjolas, 19989.
     

    La Ciudadanía Social y la Desmercadización

    Esta tercera dimensión analiza la manera en que los derechos sociales son asignados.

        La noción de ciudadanía social se refiere a la definición establecida por Marshall (Marshall, 1950). El acceso a la ciudadanía social se efectúa mediante el juego de los derechos sociales que operan una redistribución de la riqueza que se realiza fuera de los mercados del trabajo y del capital.

        En este sentido, los derechos sociales contribuyen, utilizando los términos de Polanyi, a "desmercantilizar" la fuerza del trabajo (Polanyi, 1944).

        Según Esping-Andersen, la mercantilización (de la fuerza de trabajo) caracteriza la situación del individuo que depende enteramente del mercado (del trabajo) para su subsistencia.

        La introducción de derechos sociales significa que el individuo puede vivir independientemente del mercado (del trabajo). Gracias a los derechos sociales, la reproducción social puede efectuarse independientemente del mercado del trabajo (Esping-Andersen, 1990).

        En los diferentes tipos de sociedades, las prestaciones sociales pueden adoptar tres formas: universales, abiertas a todos los ciudadanos; contributivas, condicionadas por la participación en el mercado del trabajo y la contrapartida de una contribución financiera (cotización social, seguros sociales); o prestaciones sujetas a las condiciones de ingreso, abiertas a aquellos que tienen recursos inferiores a un cierto nivel (Esping-Andersen, 1990). Mientras más general es la base de extensión de los derechos sociales, más importante es su función de desmercantilización.
     

    LAS DIMENSIONES DEL ESTADO DE BIENESTAR Y UN ANALISIS DE GENERO

        El análisis de Esping-Andersen ha aportado una clarificación cierta en términos de regímenes de Estado-Social; sin embargo, cada vez más se hace evidente la necesidad de un modelo complementario y emergente que tiene en cuenta el rol específico de las mujeres a través de un análisis de género.

    Él retoma las dimensiones como sigue:

    Género y Relación Estado/ Mercado/ Familia

        Una primera constatación se refiere al hecho que el análisis de la relación Estado / Mercado en materia de provisión de prestaciones sociales no toma en cuenta el rol de la familia como proveedor de servicios sociales. El trabajo no-remunerado de las mujeres en el hogar es ignorado y debe ser reconocido. La división sexual del trabajo sea a nivel del Estado y del mercado como de la familia es igualmente ignorada (Lewis, 1992).

    Género y Estratificación

        El impacto del Estado-Social sobre la estratificación social debe tomar en cuenta la dimensión sexual de la estratificación.

        La mayor parte de los hombres benefician de derechos sociales fundados sobre su estatus de asalariado mientras que un gran número de mujeres no benefician sino sólo de derechos derivados basados en su rol familiar o marital, como esposa o como madre.

        Más aún, las mujeres están sobrerepresentadas en el seno de los beneficiarios de la Ayuda Social, sobretodo las mujeres Jefes de Familia. Dado que el sistema de protección social funciona sobre un modelo dualista: a las mujeres, la ayuda social o los derechos derivados (en calidad de esposa, madre o viuda); a los hombres, los seguros sociales basados en su contribución (Liera, 1992; Enjolas, 1998).

    Género y Desmercantilización de la Fuerza de Trabajo

        Finalmente, cuando las diferencias de género son tomadas en cuenta, ocurre que la función de desmercantilización del Estado Social afecta a los hombres y a las mujeres de manera diferente debido a que los modos de participación en el mercado del trabajo difieren para ambos sexos.

        Es pues necesario considerar, además de la función de des-mercantilización del Estado, la forma en que éste des-domestica y reconoce el trabajo femenino no-remunerado. La dimensión de la autonomía personal entendida como la reducción de la dependencia, tanto en relación a la familia como a las administraciones públicas por parte de las mujeres, debe también ser considerada (O¥Connor, 1993).

        El análisis de género sugiere dos modelos de política social según el grado de independencia que se confiere a las mujeres: el modelo individual y el modelo que se basa en el macho, jefe de familia (proveedor), (Sainsbury, Orloff, Lewis, 1994), como se observa en la Tabla III:


    TABLA III:
    MODELOS FAMILIARES DE POLITICA SOCIAL

    DIMENSION  MODELO INDIVIDUAL MODELO PROVEEDOR 
    Ideología Familiar  ROLES COMPARTIDOS ESPOSO = proveedor / cuidador 
    ESPOSA= proveedora/ cuidadora
    DIVISON ESTRICTA DEL TRABAJO ESPOSO = proveedor
    ESPOSA = cuidadora
    Derechos UNIFORME  DIFERENCIADOS ENTRE LOS ESPOSOS
    Base de derechos INDIVIDUAL  PROVEEDOR
    Receptor de los beneficios INDIVIDUALES  JEFE DE FAMILIA 
    Unidad de los beneficios INDIVIDUAL  FAMILIA
    Unidad de contribución  INDIVIDUAL PROVEEDOR
    Impuestos sobre los ingresos INDIVIDUAL COMUN
    Empleo y Política Salarial (acceso al mercado del trabajo) CUBRE LOS DOS SEXOS PRIORIDAD A LOS HOMBRES
    Campo de los cuidados FUERTE IMPLICACION DEL ESTADO DOMESTICO / PRIVADO
    Servicios de los cuidados REMUNERADOS EN PARTE NO-REMUNERADOS 
    (SAINSBURY, 1994)
        Más allá de las relaciones hombre / mercado que, a menudo, ocultan esta realidad de las mujeres, es necesario observar las relaciones de género y de clase, del trabajo remunerado y no-remunerado, y como estas actividades se organizan y son recompensadas.

    La ciudadanía incluye los hombres y mujeres de una sociedad y los análisis deben tener este hecho en cuenta.
     

    ROL DEL ESTADO Y DEL MERCADO - DEBATE

    POLITICAS SOCIALES EN DIFERENTES PAISES Y SISTEMAS POLITICOS

        Durante los dos últimos años, he tenido la oportunidad de visitar diversos países y de constatar los impactos de los diferentes modelos o de la ausencia de modelo. Varios de los más recientes estudios subrayan la transición de los modelos actuales que son afectados por las consecuencias de la nueva economía mundial y por los fenómenos de control que castigan a los gobiernos muy generosos y a las economías que son incapaces de competir.

    Entonces, primero la crítica y luego el estado actual en diferentes países.

        Pero antes de comentar el estado actual del rol del Estado en los diferentes países, digamos algunas palabras acerca del debate y los desafíos.
     

    DEBATE

        Algunos autores postulan que el Estado Social interfiere con el mercado, mata la motivación para trabajar y tiene efectos negativos en el largo plazo sobre una población siempre creciente que enfrenta necesidades más y más diferenciadas.

        Este tema de la burocratización, la centralización y la impersonalización del Estado es retomado por Rosanvallon y otros que sostienen que varias funciones debieran retornar a una sociedad civil democrática, legalmente establecida, y que reemplazaría al gobierno.

        Esto permitiría un soporte mutuo, una mayor visibilidad para lo social y una mayor posibilidad de ciudadanía activa (Rosanvallon, 1988). Un renacimiento del sector privado y de la beneficiencia es visto también como una necesidad con el fin de permitir a este ciudadano activo el desarrollar acciones de beneficencia.

        Por otra parte, este aumento del poder del ciudadano está llamado a tomar en cuenta de la diferencia y la diversidad de las necesidades, de los derechos, de las exigencias y de las preferencias de los ciudadanos, con programas más flexibles, pero no implica necesariamente una eliminación del rol del Estado y de su responsabilidad respecto de la pobreza y de los derechos sociales.

        Si en el pasado, existió demasiado o poco Estado, hoy en día, en la coyuntura de la globalización, hay que tener un agente central para distribuir y redistribuir en favor de las poblaciones desfavorecidas, pero también para enfrentar los conflictos que se generen por la redistribución y la distribución en los planos nacional e internacional.

        Estos debates acerca de las políticas sociales, según Fiona Williams, deben considerar no solamente los cambios en el trabajo pero también en las condiciones del trabajo, los cambios en la familia, en la cultura y en la nación.

        El debate debe considerar las relaciones cambiantes de clases y también otras divisiones sociales como las de género y de raza (Williams, 1994).
     

    ¿CUALES SON LAS REACCIONES Y EL ESTADO ACTUAL EN DIFERENTES PAISES?

        Frente a estos modelos y al debate acerca de las formas que debe asumir la intervención del Estado en el campo social, resulta interesante revisar el estado de la situación en diferentes países y las tendencias emergentes.
     

    ESCANDINAVIA

        Frente al problema de la economía mundial, los resultados demuestran que los Estados social-demócratas abren sus economías gracias a las relaciones de confianza y a las negociaciones posibles entre los diversos actores, sindicatos y organizaciones empresariales, con el Estado como mediador, y que el consenso sobre este tema se mantiene. La relación entre lo económico y lo social es reconocida y negociaciones se desarrollan entre las asociaciones más importantes que representan los intereses políticos, económicos y sociales.
     

    ASIA DEL ESTE

        La competencia a escala mundial hace que los países industrializados que tengan costos de mano de obra elevados deberán ceder su lugar a aquellos países que tengan costos menores, como lo hemos visto con los países de Asia del Este.

        Para estos países en vías de desarrollo en Asia del Este, hay un dilema entre la construcción de un Estado Social y la tradición "confusionista" acerca de la familia con sus obligaciones de autocuidado (Goodman & Peng, 1996).

        Sin embargo, debemos observar las manifestaciones sindicales en Seúl, Corea; las manifestaciones en las calles de Jakarta y las declaraciones posteriores a la reunión de APEC en Canadá relativas a la urgencia dramática de priorizar lo social y de establecer un Comité "perro guardián" sobre las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

    Incluso en China, en la hora actual, se reclama un sistema de seguridad social (CBC, 23 juin 1998).
     

    EUROPA

        Según los expertos, hay resistencia a los recortes propuestos en términos de políticas sociales en Europa. Así los recortes son marginales y es difícil reunir apoyo para sostener las alternativas. Por el momento, en los países de industrialización avanzada en Europa, se observa más bien una política de statu quo y Francia adopta una nueva política familiar (Le Figaro, 14 juin 1998) y la ayuda financiera para las familias aumenta (Esping-Andersen, Huber, 1996).
     

    AMERICA DEL NORTE

        Por el contrario, esto no es necesariamente válido para estados liberales como los Estados Unidos donde se desarrolla una política de bajos ingresos y donde incluso el salario de un trabajo de tiempo completo está bajo el umbral de pobreza, con pocos o nulos beneficios marginales.

        Este déficit en el nivel de protección social es más flagrante en lo que se refiere a los cuidados médicos y para las madres solteras con hijos menores. Afecta también a las mujeres que tienen una pareja cuyo salario es bajo pero que tienen dificultades para trabajar, agravadas por la ausencia de facilidades alcanzables para cuidar los niños.

    En ambos casos, aumenta la pobreza infantil...°y esto al interior mismo de un país rico!

        Canadá, por su parte, ve en la actualidad sus programas universales afectados por el Tratado de Libre Comercio. La salud sigue siendo un derecho universal y presiones se desarrollan para conservar y reconstruir programas sociales.
     

    NUEVA ZELANDIA Y AUSTRALIA

        Sin embargo, en otro país liberal, hemos visto que después de recortes muy radicales, el gobierno de Nueva-Zelandia fue derrotado por la fuerza del voto (Esping-Andersen, 1996).

        Entre los países liberales, parece que Australia es el que mejor resultados presenta combinando los servicios universales, selectivos y privados que componen la ayuda a las familias y el derecho de propiedad (Castles, 1989).
     

    AFRICA

        Existen pocas investigaciones en este campo acerca de esos países. La Conferencia de los Siete (7) y el rechazo de eliminar la deuda de esos Estados empujan a ese continente a crisis más y más agudas.
     

    ORIENTE MEDIO

        Un país, tal como el Líbano, salido de la post-guerra está en reconstrucción. Frente a una elección de sociedad y de construcción. la familia y la secta, permanecen como el elemento básico de pertenencia. Al mismo tiempo, el Estado está llamado a reforzar la sociedad civil y a adoptar medidas sociales más equitativas e igualitarias.
     

    AMERICA DEL SUR

    En América del Sur encontramos otra situación.

    El desarrollo está basado sobre los recursos naturales y activado por las privatizaciones.

        Chile, durante el gobierno desde 1974 a 1989, persiguió una reestructuración de la sociedad según los modelos residual y liberal.

    Desde 1990, se recupera un compromiso creciente en educación, salud y servicios (Huber, 1996).

        Tentativas de descentralización y de focalización sobre las poblaciones en riesgo están en desarrollo así como iniciativas para dar más poder a las organizaciones no-gubernamentales a fin de contrarrestar los efectos de las privatizaciones, pero la diferencia entre los objetivos perseguidos y la realidad aún persiste. Un reciente informe de la Cepal es pesimista a pesar de las importantes reducciones que se constatan (Diario El Sur, 5 de mayo, 1999).

    Paralelamente, los nuevos gobiernos democráticos en Brasil han permanecido más estatistas.

        Costa Rica es en la actualidad el único país de América Latina que mantiene medidas social-demócratas de universalización de salud, educación, etc. y donde existe la posibilidad de elección de sociedad (Huber, 1996).

        Entre los países de América del Sur, Uruguay es el país que presenta la mejor distribución del ingreso sin embargo, los estudios concluyen que América Latina, en escala mundial, está muy atrás en la cuestión de la distribución de la riqueza.

        Un último comentario, a partir de mis propias investigaciones y de mi experiencia de vida: en todos los países en que el Estado no ha jugado un rol, comprobamos, además de la cuestión de la pobreza, más incertidumbre y mayor empobrecimiento de la clase media.
     

    EL PORVENIR DE LA POLITICA SOCIAL

        En respuesta entonces a mi pregunta inicial: ¿Tiene la política social un porvenir o qué futuro para la política social?, Parece difícil imaginar el abandono total del rol del Estado en una sociedad y resulta esencial iniciar una reestructuración que proteja el modelo de ciudadanía en los tres niveles: civil, político y social.

        Para lograrlo, es necesario que la política social sea coherente, hecha a partir de las necesidades y aspiraciones de una población particular, en las condiciones materiales de su vida cotidiana y de su lógica social.

        Es aquí donde interviene el rol del Trabajador Social en relación con la política social puesto que son los trabajadores sociales los que comparten lo cotidiano de las poblaciones desfavorecidas y del trabajo social y que se encuentran en el corazón de las contradicciones y de los cambios.

        Para participar en estos cambios y poder influenciarlos, es esencial que el trabajador social sea "conocedor" y "ciudadano".

        Esto exige, como lo querían Kenneth Pray y Guy Rochon, que el servicio social descanse a la vez sobre "el liderazgo del trabajo del hombre" (la experiencia) y el "liderazgo del Estado".

        En otras palabras, los trabajadores sociales deben ser dueños de las disciplinas básicas y de las técnicas fundamentales de su profesión, pero también ciudadanos a la vanguardia en las cuestiones del bienestar y de política social que afectan a la población.

        Si además, se cree que los cambios sociales deben ser provocados por las propias capas sociales que requieren esos cambios, su acción debe apoyarse en los recursos dinámicos de esos ambientes.
     

    EL ROL DEL TRABAJADOR SOCIAL EN LA POLITICA SOCIAL

        Para realizar su rol de agentes de cambios sociales, resulta esencial que los trabajadores sociales tengan un conocimiento sólido de las políticas sociales.

        Primero, es necesario que los trabajadores sociales conozcan las condiciones que crean las políticas sociales, el proceso político, los roles de los políticos, de los burócratas, de los grupos de presión y de los electores. Deben ser capaces de comprender sus efectos, de formular una crítica, de saber porque las políticas adoptan la forma que ellas toman, y de actuar.

        Son los interlocutores privilegiados para una parte del estudio de las políticas sociales que a menudo se ignora - su realización - y deben estar capacitados para ver y subrayar las fortalezas y debilidades de una política específica.

        ¿Qué hay en una política y qué debe haber? ¿Cómo esta política responde a las necesidades de la gente? ¿Cómo esta política contribuye o no a la redistribución y a la igualdad social?

        Finalmente, se espera que los trabajadores sociales puedan sugerir alternativas y explicar como ponerlas en práctica en un movimiento hacia la autonomía social y hacia una relación social reforzada con la población.

        Es con este espíritu y con esta reflexión acerca del Trabajo Social y las Políticas Sociales que la Universidad Laval está colaborando activamente con el proyecto pionero en este campo que representa el Programa de Magister en Trabajo Social y Políticas Sociales de la Universidad de Concepción en el que me honro en participar como Profesor Visitante.
     

    BIBLIOGRAFIA: