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Peña, E. y Pauchard, A. 2001. Coníferas introducidas en áreas protegidas: un riesgo para la biodiversidad. Bosque Nativo 30: 3-7.


CONÍFERAS INTRODUCIDAS EN UNIDADES DEL SNASPE:

UN RIESGO PARA LA BIODIVERSIDAD

Eduardo Peña
epena@udec.cl
Ingeniero Forestal (M. Sc.)

Aníbal Pauchard
pauchard@forestry.umt.edu
Ingeniero Forestal
Socio AIFBN


RESUMEN- La invasión de especies exóticas en los ecosistemas naturales de diversas regiones del mundo es un fenómeno que amenaza la integridad de estos y su impacto tiene consecuencias sociales, ambientales y económicas. Chile no es ajeno a esta realidad, numerosas especies han sido introducidas y algunas de ellas se han convertido en invasoras. Las especies forestales Pinus contorta y Pseudotsuga mensiezii fueron introducidas con fines de conservación de suelo y produccion maderera. Sin embargo, algunas plantaciones experimentales de estas especies podrían ser el punto de inicio de procesos de invasión en unidades del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas. Es necesario establecer prioridades de investigación sobre estas especies con potencial invasivo para comprender la magnitud del problema e iniciar medidas de control.

La naturalización y la invasión de especies introducidas es un fenómeno que afecta los ecosistemas naturales a nivel mundial y empieza a causar una gran preocupación por las consecuencias económicas, ambientales y sociales que se derivan de la alteración de los procesos naturales, amenazando la integridad de los ecosistemas. Es tal el impacto de esta invasión, que se considera que después de la destrucción del hábitat y cambios antrópicos de la atmósfera y océanos, es el segundo problema más importante en afectar los ecosistemas con consecuencias tales como la inutilización de terrenos, pérdidas de cosechas y de la biodiversidad (Mack et al., 2000). Además, se debe considerar que el cambio global puede incrementar la susceptibilidad de los ecosistemas a la invasión de especies introducidas al facilitar la extinción de especies nativas y por ende la apertura de nichos ambientales, aumentar los disturbios y crear condiciones climáticas que favorecen a especies oportunistas (Gates, 1993; Sykes, 2001). Estudios recientes indican que la invasión biológica también se está presentando en comunidades estables o en hábitats raros o únicos, representando una gran amenaza puesto que su avance y efectos son difíciles de predecir (Stohlgren, 2001).

Chile no está ajeno a este fenómeno. Desde los tiempos de la colonización (siglo XVI) el uso intensivo del bosque nativo y la habilitación de terrenos para la agricultura dejó, a lo largo del país grandes áreas, sin una cubierta arbórea o arbustiva, las cuales fueron afectadas por algún tipo de erosión y la invasión de especies introducidas. Arroyo et al. (2000) indican que existe la presencia de más de 690 especies introducidas que se han naturalizado en Chile continental (Tabla 1) desde el periodo colonial, destacando que en una gran mayoría provienen de Euroasia y el Norte de Africa, condición que es aún más marcada en Chile Central donde el 74.4% de las plantas introducidas tienen su origen en las regiones citadas.

 

Tabla 1: Número de especies introducidas que han sido detectadas en las distintas regiones de Chile

Región I II III IV V -RM VI VII VIII IX X XI XII
Especies 67 91 104 166 324 158 238 309 255 231 51 115

Fuente: Arroyo et al. 2000

La invasión de plantas introducidas en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) requiere especial atención debido al valor biológico y escénico de estas unidades (Pauchard y Alaback, 2002). Algunas de las especies exóticas en áreas protegidas fueron introducidas con propósitos de conservación de suelo u ornamentales. Este es el caso de Pinus contorta (pino contorta) y Pseudotsuga mensiezii (pino oregón) que están presentes en numerosas unidades del SNASPE en la precordillera del sur de Chile. La posibilidad de naturalización y su potencial invasivo debería ser evaluado cuidadosamente antes de emprender cualquier acción de manejo y control.

En este artículo se revisa la evidencia sobre naturalización e invasión de Pinus contorta y Pseudotsuga mensiezii en unidades del SNASPE en la precordillera del centro sur de Chile. Además, se describe brevemente la investigación desarrollada en estas especies y se delinean prioridades para futuros estudios.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La erosión ha sido uno de los principales problemas ambientales del país durante varias décadas, razón por la cual se iniciaron programas para detener el deterioro de los suelos, incluyendo áreas afectadas en las unidades del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE). La plantación con especies introducidas de rápido crecimiento tales como Pinus radiata D. Don, Eucalyptus globulus var. globulus, Pseudotsuga menziesii, Acacia melanoxylon, Acacia dealbata y otras especies de coníferas que se adaptaron a las características del lugar a reforestar, fue considerada la forma más rápida y eficaz para controlar los procesos erosivos. Sin embargo, en esa época no se vislumbró la susceptibilidad de los ecosistemas chilenos a la invasión o la habilidad que algunas de las especies introducidas tenían para invadir sectores descubiertos y bosques naturales aledaños a las plantaciones. De esta manera, los procesos que siguen a la introducción de una especie exótica, naturalización e invasión (Richardson et al., 2000) se vieron facilitados por los programas de forestación destinados a recuperar los suelos degradados por la actividad agropecuaria.

Las primeras experiencias de plantaciones masivas con el propósito de controlar la erosión, se iniciaron en las zonas de Concepción-Arauco y Colchagua en el año 1969, agregándose posteriormente las provincias de Ñuble, Cautín, Valdivia y programas de control de dunas en Cañete (Anónimo, 1995). Las especies que se introdujeron en las plantaciones tuvieron muy buena supervivencia y controlaron efectivamente el proceso erosivo, como a su vez mostraron un excelente crecimiento. En corto tiempo, estas especies dieron origen a materia prima apta para la industria de la celulosa y aserrío. El éxito logrado con las plantaciones estimuló la introducción en otras áreas del país, incluyendo Reservas Nacionales como Malleco, Malalcahuello y Coyhaique, y Parques Nacionales como Conguillío y Huerquehue.

 

 

 

CARACTERÍSTICAS INVASORAS

En el caso de especies arbóreas introducidas en unidades del SNASPE tales como Pseudotsuga menziesii y Pinus contorta, dos especies muy agresivas en ambientes con limitaciones hídricas o de baja temperatura, parecieran estar avanzando más allá de los sectores que interesaba proteger. Un ejemplo de esta invasión es lo que está ocurriendo en las Reservas Nacionales de Malalcahuello y Coyhaique donde coníferas están regenerando al interior de renovales de bosque nativo (Peña y García 2001; Guillermo Rodríguez comunicación personal) proceso que también se presenta en sus etapas iniciales en los bosques naturales de la precordillera andina de Argentina entre San Martín de Los Andes y El Bolsón (Simberloff et al., 2001). Sin embargo, en Chile no existe suficiente información científica respecto a la amenaza que estas especies pueden estar ejerciendo sobre las comunidades naturales.

El comportamiento invasor de estas coníferas, especialmente de Pseudotsuga menziesii, es reportado en la literatura norteamericana donde frecuentemente se indica como especie pionera en praderas abandonadas, y en ausencia de incendios naturales invade el bosque tipo parque que forma Pinus ponderosa (Agee, 1990; Barnhart et al., 1996). En este último caso trae consigo un problema adicional ya que el establecimiento y crecimiento de esta especie se convierte en un combustible del tipo "escalera" que facilita la llegada del fuego a las copas de las especies del estrato superior. En Nueva Zelanda, Hunter & Douglas (1984) realizaron un completo análisis sobre la invasión de coníferas en la Isla Sur, concluyendo que las coníferas exóticas tales como Pinus radiata, Pinus contorta, Pseudotsuga menziesii, Pinus nigra, Pinus ponderosa, Pinus pinaster y otros, están bien adaptados a los ambientes de la Isla. Posteriormente, Anónimo (1997) y Kay (1994) reportan que más de 16 mil hectáreas han sido invadidas por coníferas introducidas entre las cuales se menciona Pinus contorta, Pinus nigra y Pseudotsuga menziesii por lo que consideran que es un problema grave que amenaza los bosques naturales y por lo tanto debe solucionarse a través de la erradicación de estas especies. Algunos de los programas ya ejecutados en Nueva Zelanda consideraron incluso la utilización de helicópteros para erradicar individuos establecidos en laderas accidentadas, mientras que en Sudáfrica se ha iniciado un proyecto a gran escala que tiene como objetivo eliminar, en un plazo de 20 años, todas las especies leñosas invasoras de las cuencas de los ríos (Mack et al., 2000). Una de las especies invasoras de cuencas en Sudáfrica es Acacia melanoxylon (Geldenhuys, 1986; citado por Richardson 1997) la cual es muy eficiente dispersándose a través del agua. Esta especie muestra una presencia importante en los ríos de Chile, especialmente en la VIII y IX región (Guillermo Rodríguez comunicación personal).

Coníferas introducidas, tales como Pinus contorta y Pseudotsuga menziesii han sido extensamente reportadas como invasoras en el hemisferio sur, especialmente en Sud África y Nueva Zelanda (Richardson & Higgins, 1998). Las áreas que invade cada especie de conífera difieren en sus condiciones ambientales: Pinus contorta, por ejemplo, puede ocupar terrenos descubiertos pobres o muy productivos (Despain, 2000) y es altamente tolerante a la altitud y baja temperatura, caracterizándose por producir semillas viables a temprana edad 5-10 años. Por esta razón y por su efectividad en establecerse, es considerada la especie más agresiva en Nueva Zelanda (Anónimo, 1997; Hunter & Douglas, 1984; Kay, 1994). Por otro lado Pseudotsuga menziesii, que es una especie semitolerante a la sombra o al menos en Chile pareciera ser más tolerante que Pinus contorta, es capaz de invadir áreas cubiertas por bosque natural donde el establecimiento se ve favorecido por intervenciones como raleo y entresaca de árboles que reducen la cobertura de copa (Barnes et al., 1998). Por otro lado, Simberloff et al. (2001) reportan para la Isla Victoria, en el Parque Nacional Nahuelhuapi (Argentina), una invasión incipiente de varias coníferas, indicando que aún la mayoría de ellas se encuentra cercano a los árboles padres y que en el caso de Pseudotsuga menziesii la regeneración es bastante común a distancias menores que 1 Km desde los rodales padres.

En Chile, en la zona de Villarica (IX Región) donde se introdujo en forma masiva Pseudotsuga menziesii, éste ha tenido un efecto negativo sobre algunas propiedades químicas del suelo y un empobrecimiento en el establecimiento de especies vegetales nativas (Frank & Finckh, 1997), pero no ha sido capaz de invadir las áreas vecinas a las plantaciones porque esta especie no soporta la intensa competencia que ejerce una abundante cubierta de pastos. Al parecer, por las observaciones realizadas por los autores de este artículo, masiva Pseudotsuga menziesii se establece mejor en suelos descubiertos o con escasa cobertura vegetal como es la condición que tienen algunas zonas de la Cordillera de Los Andes.

PRIORIDADES DE INVESTIGACIÓN

El impacto de la invasión de cualquier tipo de especies introducidas en las unidades del SNASPE ha sido escasamente estudiada. Arroyo et al. (2000) indican que en la mayoría de las unidades se registra la presencia de especies exóticas y que solo en el Parque nacional Llullaico ha escapado a la invasión de estas especies. La invasión es de tal magnitud que llega a porcentajes tan altos como un 40% para las unidades de menor tamaño y cercanas o al interior de las ciudades, como es el caso del Monumento Natural Cerro Ñielol. Por otro lado, Pauchard y Alaback (2002) encontraron en el Parque Nacional Villarica 66 especies introducidas cuya dispersión está asociada al movimiento de ganado al interior de la unidad y también al desarrollo de caminos e infraestructura que aumenta la susceptibilidad a la invasión de especies introducidas. Las áreas menos intervenidas y las de mayor altitud muestran una menor presencia de especies invasoras.

Considerando la alta presencia de especies introducidas en Chile (Arroyo et al., 2000), la escasa información disponible, su actual estado de naturalización e invasión, las evidencias de invasión reportadas en la literatura internacional para especies coníferas introducidas que se cultivan en Chile y los resultados preliminares reportados por Peña y García (2001) para la Reserva Nacional Malalcahuello, y por Pauchard y Alaback (2002) para el Parque Nacional Villarrica, se plantean las siguientes hipótesis de trabajo: de acuerdo a la presencia y dominancia de Pseudotsuga menziesii y Pinus contorta éstas pueden ser calificadas como especies invasoras en la Reserva Nacional Malalcahuello; la distribución de las especies invasoras está determinada por los vientos dominantes; Pseudotsuga menziesii invade rodales del tipo forestal roble-raulí-coihue; y Pinus contorta invade lugares de menor cobertura vegetal, pero de mayor altitud en la Cordillera de Los Andes.

Para entender el impacto de Pseudotsuga menziesii y Pinus contorta en unidades del SNASPE, primero es necesario determinar si estas especies han logrado naturalizarse e invadir áreas fuera de las plantaciones originales. Para ello se propone estudiar las poblaciones de estas especies en la Reserva Nacional Malalcahuello, determinando las variaciones espaciales en la densidad de individuos, el efecto de la cobertura vegetal sobre la densidad de la regeneración, la dirección de invasión y la distancia alcanzada desde los árboles padres, la edad máxima de los árboles padres y la edad de inicio de la producción de semillas. Así como también se desea conocer la superficie total afectada por la invasión de estas dos especies y el aumento anual de individuos en las áreas invadidas.

Los antecedentes disponibles a la fecha, que indican una amenaza de invasión de especies introducidas, indican que es necesario colectar evidencia sobre la capacidad invasora de las especies de coníferas introducidas en la zona precordillerana del centro-sur de Chile. Los estudios que se desarrollen darán a conocer el problema de invasión de las especies arbóreas introducidas que afectan a reservas nacionales y aportaran antecedentes para iniciar investigaciones en otras unidades del SNASPE, donde se conoce una gran presencia de especies introducidas como lo establece Pauchard y Alaback (2002) para el Parque Nacional Villarica y como es establecido a nivel nacional por Arroyo et al. (2000).

Futuros estudios deberían abarcar múltiples unidades del SNASPE, aumentando el poder predictivo de los resultados. La ampliación de las áreas de estudio es fundamental para determinar cuáles son los factores que facilitan la invasión en cada ecosistema y para cada especie en particular; información que es vital para planificar futuros programas de erradicación y/o control de la invasión biológica en las unidades del SNASPE. Además este conocimiento se debe utilizar para una adecuada selección de las especies forestales que en el futuro se introduzcan en el país. Otras herramientas como el análisis genético también podrían aportar más antecedentes sobre cómo estas especies son capaces de reproducirse y si existe algún mecanismo de selección que esté produciendo adaptaciones locales.

Estas medidas de control se justifican debido a que estas unidades tienen como principal objetivo conservar y preservar los ecosistemas del territorio nacional y la invasión de especies exóticas podría limitar y poner en peligro la consecución de estos objetivos. Un entendimiento integral de estos procesos invasivos es necesario para evitar que prejuicios sobre la invasibilidad de especies, basados en datos anecdóticos o en experiencias en otros países, impulse costosos programas de erradicación sin bases científicas.

 

REFERENCIAS

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