Anibal Pauchard Web Page

Pauchard, A., and P. Alaback. 2002. La amenaza de plantas invasoras. Chile Forestal 289:13-15.


La amenaza de plantas invasoras

Por Aníbal Pauchard y Paul Alaback
School of Forestry, University of Montana
pauchard@forestry.umt.edu


Las invasiones biológicas, junto con producir un importante perjucio económico, figuran en la actualidad dentro de los principales factores que amenazan la biodiversidad a nivel mundial. Por ejemplo, sólo en Estados Unidos se estima que el costo directo e indirecto de las invasiones biológicas en daños para la agricultura y otros sectores es de 138 mil millones de dólares. Sin embargo, resulta difícil estimar los múltiples impactos sobre la biodiversidad.

El efecto de las invasiones de animales exóticos ha sido mejor estudiado y por lo tanto, más reconocido como un problema por la opinión pública. Sin embargo, poca información existe sobre las invasiones de plantas exóticas, aun cuando éstas estén alterando ecosistemas en todo el mundo.

Desde el comienzo de las migraciones humanas, el hombre ha actuado como agente de dispersión de plantas y animales exóticos. No obstante, el movimiento de especies a gran escala ha aumentado exponencialmente con la globalización. Aun cuando la evidencia científica sugiere que aquellas plantas introducidas que se vuelven invasoras pueden modificar profundamente los ecosistemas donde se establecen, la magnitud y las características del impacto en especies nativas y ecosistemas son todavía objetos de debate.

En este artículo se entrega, primero, una visión general de los impactos de las invasiones de plantas exóticas en los ecosistemas. Luego, se discute como el hombre ha cambiado la dispersión de las especies, creando las invasiones biológicas. Finalmente, se plantean las implicancias de estas invasiones biológicas para la conservación de la biodiversidad en el SNASPE (Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegias del Estado) en Chile, citando algunos resultados preliminares sobre plantas introducidas en el Parque Nacional Villarrica.

MÁS ALLÁ DE UN
CAMBIO DE ESPECIES

El más reconocido de los impactos de la invasión de plantas introducidas es el desplazamiento de la flora y la fauna nativas. La literatura muestra una amplia evidencia de cambios en la estructura y dinámica de las poblaciones de especies nativas y en la estructura y diversidad de las comunidades, cuyos efectos se extienden a la fauna que habita estas áreas. Por ejemplo, en praderas de California, gramíneas anuales invasoras están desplazando las herbáceas nativas, al igual que en la mayoría de las praderas del oeste de Norteamérica. En la zona sur de Chile es posible observar procesos similares en invasiones de Ulex europaeus (Espinillo), Teline monspesulana (Retamilla) o Rubus spp. (Zarzamora), donde la regeneración de especies nativas es mínima debajo de densos matorrales de estas especies.

Otro impacto importante de las invasiones corresponde a la hibridización (cruce entre dos especies) de especies nativas con sus parientes introducidos. Este proceso puede causar la creación de nuevos híbridos, la producción de híbridos infértiles o la contaminación del material genético de la especie nativa, todo lo cual amenaza a la especie nativa, incluso más cuando se trata de especies con problemas de conservación.

Recientemente se descubrió que las plantas invasoras también pueden modificar una variedad de procesos ecológicos. La dinámica de perturbaciones parece ser uno de los procesos de mayor sensibilidad a las invasiones. Algunas especies invasoras pueden modificar la organización de la biomasa, modificando el combustible y, por ende, aumentando la frecuencia e intensidad de incendios. Ejemplo de ello son las gramíneas introducidas en el Amazonas y Hawaii. En Chile, Ulex europaeus es altamente combustible, siendo susceptible a frecuentes incendios que favorecen su regeneración y la creación de matorrales puros de la especie.

En otros casos, plantas invasoras pueden alterar la dinámica de zonas ribereñas, al establecerse en áreas previamente descubiertas de vegetación. También se ha logrado reconocer la importancia de las especies invasoras en la modificación de los ciclos de nutrientes y de sucesión vegetal. Es lo que ocurre con Melaleuca quinquenervia, un árbol de origen australiano que aumenta su extensión en Florida a una tasa de más de 20 hectáreas por día, reemplazando la vegetación nativa e incrementando el consumo de agua por evapotranspiración. Ciertas plantas invasoras fijadoras de nitrógeno amplían la disponibilidad de este nutriente, que en condiciones naturales resulta limitante del crecimiento, lo que desestabiliza la estructura de las comunidades vegetales. Similares impactos podrían esperarse en Chile, con especies de leguminosas introducidas para la recuperación de suelos erosionados. Sin embargo, no existen datos al respecto.

¿SON NATURALES LAS
INVASIONES BIOLÓGICAS?

Las especies de plantas y animales han estado siempre en movimiento, colonizando y migrando a nuevos ambientes. No obstante, las invasiones biológicas que están ocurriendo en la actualidad se diferencian en: 1) la alta tasa de introducción y 2) la ruptura de las barreras geográficas para la dispersión. Con la globalización y la extensión de la actividad humana sobre los paisajes naturales, el flujo de organismos y semillas ha aumentado exponencialmente. Los procesos que en forma natural se demoraban miles de años, como la colonización de especies de una isla volcánica, ahora ocurren en sólo décadas. La mayor parte de las plantas consideradas invasoras fue introducida con la agricultura tradicional. La rapidez y frecuencia con la cual se están movilizando personas y productos entre continentes elevan los riesgos de nuevas invasiones y la dispersión de aquellas especies que estando presente sólo invaden un área restringida.

Con la acción humana, la movilidad de las semillas u otros propágulos de especies introducidas supera todas las barreras biogeográficas que mantenían aisladas a las especies. Nueva Zelandia, debido a su aislación geológica de otras masas continentales, posee en forma natural sólo dos especies de mamíferos. Pero el ser humano ha introducido otras 34 especies de mamíferos, que ahora son abundantes en este país, provocando daños ecológicos y económicos. La ruptura de estas barreras naturales puede afectar la biodiversidad mundial, al homogeneizar los ecosistemas y eliminar las especies y adaptaciones locales.


INTRODUCCIÓN NO ES
SINÓNIMO DE INVASIÓN

No todas las especies introducidas se convierten en invasoras. De hecho la mayoría nunca logra establecerse en los nuevos ambientes. Aun cuando el mecanismo por el cual una especie introducida se transforma en invasora no es entendido completamente, se sabe que sólo una pequeña proporción de todas las especies que son introducidas consiguen mantenerse o naturalizarse en el nuevo ambiente. De ese número, son aún menos las que se convierten en invasoras. Es decir, alcanzan tasas de reproducción y sobrevivencia que les permiten dominar el ecosistema colonizado.

El por qué una especie que ha evolucionado en otro ambiente puede competir exitosamente con especies nativas hasta desplazarlas ha sido ampliamente discutido. Las hipótesis que explicarían la ventaja de las exóticas sobre las nativas se puede resumir en: 1) evolución bajo ambientes modificados por el hombre, 2) liberación de la presión de competidores y predadores naturales al llegar a un nuevo ambiente y 3) habilidad de colonizar rápidamente nichos (espacios ecológicos) vacíos. La mayoría de las especies invasoras en el Norte y en el Sur de América provienen de Europa y Asia. Estas especies han evolucionado por miles de años bajo algún tipo de perturbación humana (agricultura, ganadería, entre otros), por lo que están mucho mejor adaptadas a estos ambientes que sus contrapartes nativas de las Américas. Cuando las especies son introducidas a un nuevo ambiente, generalmente dejan atrás todos sus competidores, predadores y enfermedades, quedando liberadas sus controles naturales.

Otros factores que influyen en el éxito de una especie introducida se relacionan con la biodiversidad de los ecosistemas invadidos. Aquellos más diversos serían menos susceptibles a las invasiones debido a que habría menos espacios ecológicos disponibles. Sin embargo, existe evidencia que contradice esta hipótesis. Por otro lado, las invasiones también están sujetas al azar. Así, la probabilidad de invasión aumenta con el número de especies introducidas que entran en contacto con el nuevo ambiente y la cantidad de veces que estas especies son introducidas.

INVASIONES EN CHILE

En Chile, las especies introducidas constituyen alrededor de 690, un 13% del total de la flora . La mayoría de estas especies (71.2%) viene de Eurasia. Las tres familias más diversas son Gramineae, Asteraceae y Papilonaceae. Si bien muchas de estas especies fueron introducidas con la llegada de los españoles, también se han producido naturalizaciones con posterioridad. Arroyo y otros (2000) advierten que nuestro país, con una alta tasa de especies endémicas, se encontraría en una fase temprana del proceso de invasión y que, al comparar con otros ecosistemas similares en el mundo, existe un número importante de especies que podrían invadir en los próximos años.

Esto se evidencia en que la mayoría de las plantas introducidas habitan lugares con una larga historia de desarrollo humano, cercanos a centros urbanos y áreas con mayor densidad de caminos, factor ligado también al progreso de la agricultura. Además se observa una tendencia en la cual nuevas especies introducidas son más invasoras que aquellas presentes históricamente, lo que podría interactuar con fenómenos climáticos como el calentamiento global y el Fenómeno del Niño. Es, entonces, esperable que, con la globalización del transporte, la tasa de introducciones para Chile se incremente considerablemente en los próximos años y, por lo tanto, aumente el número de especies invasoras. Por otro lado, la intensidad de las perturbaciones humanas en ambientes naturales y semi-naturales debiera aumentar a raíz del desarrollo económico del país. En consecuencia, podemos esperar que la invasión de plantas introducidas ocupe un puesto importante entre las amenazas a la biodiversidad de Chile.

Pequeños propietarios utilizan los bosques alrededor de áreas protegidas aumentando la posibilidad de invasiones biológicas (Parque Nacional Villarrica, Chile).

 

LAS INVASIONES EN
ÁREAS PROTEGIDAS

El problema de las invasiones biológicas afecta, asimismo, a las áreas protegidas a nivel mundial y Chile no es la excepción. La preocupación por mantener las especies introducidas fuera de áreas protegidas se ha desarrollado fuertemente desde la década de los 90. En muchos casos, los primeros esfuerzos fueron destinados a controlar las poblaciones de animales introducidos, pero en la actualidad existe un creciente interés en documentar y controlar las especies invasoras en áreas protegidas.

Para el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), la invasión de plantas introducidas no es un fenómeno reciente, pero ha sido desplazado por otros problemas más prioritarios. Como la mayoría de las unidades del SNASPE fue creada en ambientes precordilleranos y alejadas de las zonas de desarrollo agrícola e industrial del país, el riesgo de invasiones es comparativamente bajo.

Pero los escasos listados florísticos existentes muestran que algunos parques contienen un número significativo de especies introducidas. Por ejemplo, el Parque Nacional El Morado, en la zona andina de Chile central, presenta un 13% de especies introducidas; mientras que el Parque Nacional Puyehue, en el sur del país, tiene un 12% de especies introducidas. Por el contrario, el Monumento Natural Cerro Ñielol, ubicado en medio de una matriz urbana y agrícola posee un 43% de especies introducidas de un total de 237 especies (Hauenstein y otros 1988). Esto demuestra que la proporción de especies introducidas está fuertemente influenciada por el uso de la tierra anterior a la creación del área protegida, el uso de la tierra en la matriz aledaña, el tráfico de visitantes a las áreas y el desarrollo de la infraestructura de dichas unidades.

CASO DE ESTUDIO

En el Parque Nacional Villarrica hemos encontrado 66 especies introducidas colonizando los caminos al interior del parque y en zonas aledañas. Una fracción de éstas son exitosas en áreas más naturales o alejadas de los bordes de los caminos. Por ello, al evaluar el proceso de invasión es importante no sólo estimar el número de tipos introducidos, sino también establecer su abundancia. Los resultados para el Parque Nacional Villarrica indican que el número y abundancia de especies introducidas disminuyen con la altitud. Esto podría deberse tanto a razones climáticas como a diferencias en el uso de la tierra: las zonas bajas son agrícolas, mientras que las zonas altas constituyen áreas más prístinas. Uno de los factores más claramente asociado en este parque a la dispersión de especies introducidas es el ganado vacuno que transita en los límites del área, diseminando especies presentes en las praderas de zonas agrícolas. El desarrollo de infraestructura y caminos puede potenciar la susceptibilidad a invasiones de plantas introducidas, al crear corredores de dispersión para las semillas y nuevos ambientes adecuados para su establecimiento.

LOS DESAFÍOS

El impacto de las plantas introducidas en el SNASPE es difícil de determinar, especialmente por el limitado conocimiento de la flora y ecología de las unidades protegidas. No obstante, resulta interesante observar los esfuerzos realizados en otras latitudes para enfrentar este problema. En Estados Unidos y Canadá, la investigación y el control de plantas invasoras ocupan un lugar fundamental en los planes de manejo de las áreas protegidas, considerando actividades de prevención, detección temprana y control integrado de especies invasoras.

Para el SNASPE es importante que se estimule la investigación de la ecología básica de las áreas protegidas y del efecto que las invasiones vegetales y animales pueden estar provocando en la integridad del sistema. Dichos estudios deben incluir antecedentes sobre la matriz en la cual se encuentra el área protegida, ya que con los avances de la ecología de paisajes resulta cada vez más claro que los procesos ecológicos, como la invasión de plantas introducidas, sobrepasan los límites administrativos.

Finalmente, para conservar el patrimonio biológico de Chile será necesario considerar con mayor profundidad los alcances de las invasiones biológicas no sólo en el SNASPE, sino también en tierras agrícolas y forestales. La prevención y control temprano de futuras invasiones es la mejor forma de reducir sus costos económicos y ambientales. Para ello es necesario establecer un sistema que permita evaluar el riesgo de invasión de una especie antes de introducirla al país y el monitoreo de las poblaciones de plantas ya introducidas que eventualmente puedan volverse invasoras.





Fuentes
S Arroyo, M. T. K., Marticorena, C., Matthei, O., & Cavieres, L. (2000). Plant invasions in Chile: Present patterns and future predictions. En H. A. Mooney & R. J. Hobbs (Eds.), Invasive species in a changing world (pp. 385-421). Island Press.Washington, D.C.
S Hauenstein E., Ramírez, C. & Latsague, M. (1988). Evaluación florística y sinecológica del Monumento Natural Cerro Ñielol (IX Región, Chile). Bol. Mus. Reg. Araucanía (Temuco), 3, 7-32.
S Mooney, H. A. & Hobbs, R. J. (2000). Invasive species in a changing world (pp. 385-421). Island Press. Washington, D.C.
S Mack, R. N., Simberloff, D., Lonsdale, W. M., Evans, H., Clout, M. and Bazzaz, F. A. (2000). Biotic invasions: Causes, epidemiology, global consequences, and control. Ecological Applications, 10 (3), 689-710.
S Matthei, O. 1995. Manual de las malezas que crecen en Chile. Universidad de Concepción. Concepción, Chile.
S McNeely, J. A., H. A. Mooney, L. E. Neville, P. Schei, and J. K. Waage, eds. (2001). Strategy on invasive alien species. IUCN Gland, Switzerland, and Cambridge, UK., en colaboración con el Global Invasive Species Programme.


Sitios Internet con información adicional.

Informaciones de UICN sobre invasiones biológicas:
http://www.iucn.org/themes/biodiversity/sbstta4/spanish/invasive_s.pdf
http://biodiversidad.virtualave.net/notas/nota01.html
http://www.iucn.org/themes/biodiversity/sbstta4/spanish/guidelines_s.pdf

Efectos de los animales exóticos:
http://www.ciencia.cl/CienciaAlDia/volumen1/numero2/articulos/articulo6.html


pauchard@forestry.umt.edu

 

Back to publications

Back to main page