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Efecto 2000, la bomba del final del milenio

Madrid. Isabel Gallego

 

A 255 días de la llegada del año 2000, las empresas y los organismos de la Administración del Estado se apresuran para corregir los posibles fallos que surjan del denominado «Efecto 2000». La «bomba del milenio»,como también se denomina al problema originado por la actual configuración de los ordenadores, afecta a todos los aparatos que tengan un reloj incorporado o que permitan usos en los que intervenga la hora ola fecha (ordenadores personales, equipos de respiración asistida,semáforos o misiles). Aunque los especialistas manifiestan que es muy probable que no pase nada, la propia CIA ha aconsejado ya a sus agentes que cuando llegue el nuevo milenio, estén preparados con dinero en metálico.

El secretario de Estado de Administración Pública, Ignacio González, comparecerá hoy en el Senado para explicar el grado de adaptación de las empresas y organismos públicos al Efecto 2000. Como ya informó ABC, el 85 por ciento de los programas informáticos de los servicios críticos del Estado están preparados para afrontar las consecuencias informáticas, según el último informe de Administraciones Públicas, del que hoy tiene previsto informar el secretario de Estado. También el 80 por ciento de las grandes empresas españolas están realizando pruebas para eludir el «Efecto 2000». Sin embargo, sólo entre el 15 y el 20 por ciento de las «pymes» está llevando a cabo revisiones.

La «bomba del milenio», como se denomina también al «Efecto 2000» por su semejanza con una bomba de relojería, puede tener consecuencias desastrosas para la salud, las finanzas, el suministro eléctrico, el transporte aéreo, el tráfico o las aplicaciones de defensa y aeroespaciales, si no se «desactiva» a tiempo. Según un informe de la Fundación para el Desarrollo de la Función Social de las Comunicaciones(Fundesco), la propia CIA ha aconsejado a sus agentes que, cuando llegue el nuevo milenio, estén preparados con dinero en métalico y algunas compañías aéreas han decidido suspender los vuelos el 31 de diciembre de 1999 y el 1 de enero del 2000.

Pero el Efecto 2000 es un problema que todavía puede resolverse. Se trata de una cuestión de dos cifras. Las cifras se programaban en los ordenadores hace unos años con seis dígitos: dos para el mes, dos para el día y otras dos para el año. Por ejemplo, 21/02/98. Así, el año 00 significa para el ordenador el año 1900, no el 2000, lo que puede traer consecuencias terribles para todos los sistemas automatizados.



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