¿Crees que existe un quiebre al interior de la FEC, ya que jamás ha logrado reunirse el total de dirigentes que la componen?

"Yo no creo exista un quiebre. Eso es patente. El quiebre yo creo que nace de dos concepciones distintas de qué es una federación y cómo se conduce y, además, por una vaguedad de los estatutos, que no permiten que el estudiantado llame a terreno a los dirigentes que considera que no están actuando bien. Por lo tanto, las posturas que se dan hacen que en la práctica existan dos federaciones".

"La división se da entre la gente que está y la que no está apoyando la movilización. Por un lado está Gustavo Pinto y Ricardo Correa, y por otro toda la gente de las carreras movilizadas que alcanzan a cerca de la mitad del alumnado.

    Si bien en las votaciones para elegir a la actual directiva votó un porcentaje bastante reducido de alumnos, el número que apoya las manifestaciones es mucho mayor que el total de la gente que votó. Por lo tanto, yo creo que ese no es un argumento de peso para deslegitimar el movimiento. La gente de las carreras movilizadas está disgustada con Pinto, porque él no ha realizado muy bien su tarea y también porque no los representa, sienten que ya no es su interlocutor".