| 8MM (1998) Con:
Nicholas Cage, Joaquin Phoenix, Anthony Heald,
Peter Stormare
Dirección: Joel Schumacher
Suspenso. 120 minutos aprox. Mayores de 18 años.
Tom Wells es un detective privado que debe investigar la
autenticidad de un cinta "snuff", que consiste en filmar
asesinatos reales sin cortes ni efectos especiales, que es
encontrada en la caja fuerte de un multimillonario
recientemente fallecido. Para esto debe ingresar en el
mundo de la pornografía, su comercialización y su realización.
Debo decirlo. Ya estoy aburrido de ver a Nicholas Cage
haciendo siempre el mismo personaje una y otra vez. Es un
excelente actor, hasta "Adiós a Las vegas" lo demostró; pero
desde que se transformó en héroe de acción ha tropezado
en más de una ocasión, "Riesgo en el aire" es el ejemplo más
claro, junto con "8 milímetros". |
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Joel Schumacher es un director mediocre (recordemos "Batman y Robin"),
netamente comercial que en ocasiones es incapaz de cumplir con la regla básica de estas
cintas, la entretención... este es el caso. Cintas como "Línea mortal",
"El cliente" o "Batman eternamente", por mencionar algunas, se ven con
facilidad principalmente por ser moderadamente entretenidas o sus grandes protagonistas
(Julia Roberts, Susan Sarandon, Val Kilmer, entre otras). Excepción que confirma la
regla: "Tiempo de matar" (con Mathew McCoughnaghey), me encantó. Pero en
general es un mal director, como en "8 milímetros". |
| Ante este lamentable cuadro, sobre el guión radicaban todas las esperanzas, que se
adentraba en el misterioso mundo del cine snuff. Pero tampoco. Quien piense que esto en
esta cosa como la versión norteamericana de "Tesis", no hace más que insultar
a la gran obra española. Pero mientras esta se metía en la realización de este mal
llamado cine, "8 milímetros" nos muestra solamente el mundo del comercio de
pornografía, que no deja de ser interesante, pero no es lo que la publicidad da a
entender. Además, cualquier aspecto interesante que pueda tener el guión, da paso a un
desenlace típico del género, que transforma al personaje de Cage (que comienza como un
hombre que experimenta la degradación del ser humano) en un sobreactuado vengador de los
inocentes. |
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Aburrida como pocas y predecible, desperdicia una estupenda actuación de Joaquin Phoenix
como un vendedor de Sex shop que ayuda a Wells en la misión de, en palabras de Carlos
Pinto, "adentrarse en este submundo" de la pornografía, pero que no es
suficiente para salvar a una película fallida por donde se le mire.
NADA... ABSOLUTAMENTE NADA NUEVO BAJO EL SOL.
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