Introducción

 

 

 

 

 

 El concepto de receptor farmacológico fue primeramente introducido por Langley (1905) quien estudiando la acción de la nicotina en músculo estriado de batracio observó que la contracción del tejido era obtenida únicamente cuando este compuesto era aplicado exclusivamente en determinadas áreas de la superficie muscular. A raíz de estas experiencias postuló la existencia de "sustancias receptivas" en aquellas regiones. El termino receptor fue acuñado por Erlich (1913) cuando trabajando con colorantes, en microorganismos, observó que algunas células eran teñidas en diferentes formas y con distinta intensidad. Estas observaciones le sugirieron que una teoría general podría ser desarrollada para poder explicar la acción selectiva de fármaco.

 

 Intentar establecer una teoría de interacción fármaco-receptor o un modelo que relacione la dosis administrada, o concentración del fármaco, con el efecto inducido es mucho más complejo que, por ejemplo, en enzimología, donde se relaciona la cantidad de producto con la cantidad de sustrato. En esta última situación, quien recibe la señal de entrada es la enzima y es esta misma quien entrega una señal de salida, el producto, de tal forma que la relación, en términos relativos, es bastante directa.

 En el caso del estudio de la relación dosis-efecto la situación es un tanto diferente: quien recibe la señal de entrada ([F]) es el receptor farmacológico y quien entrega la señal de salida es un sistema efector, que puede ser una enzima, una proteína que se fosforila, una membrana que altera su permeabilidad, hasta casos más complejos en que es un tejido o un órgano el que responde. ¿Qué eventos ocurren desde la interacción del fármaco con el receptor hasta la respuesta del efector? ¿De qué manera se acoplan estos dos procesos? En la mayoría de los casos se desconoce, y en las situaciones particulares que se sabe sobre los fenómenos bioquímicos que ocurren, no se pueden hacer generalizaciones que permitan formular una teoría o un modelo a partir de éstas. Sin embargo, la intuición o la lógica nos dice que el sistema que acopla estos dos procesos deben tener, entre otras, las características de un amplificador, puesto que en la interacción fármaco receptor la cantidad de energía en juego no se relaciona directamente con las respuestas masivas generadas por estos compuestos bioactivos, los fármacos.

 A fin de formular un modelo o teoría, podemos partir de un concepto que establece que si conocemos lo que sucede al final y al comienzo de un proceso podemos inferir lo que sucedió entre ellos. Esto puede no ser cierto en muchos casos, pero tendrá validez mientras pueda explicarnos nuestras interrogantes, predecir resultados, etc. En el instante que sea incapaz de ello, deberemos modificarlo y adaptarlo a los nuevos resultados y ajustes de nuestra data experimental. En resumen, comprometidos en la acción de un fármaco, a este nivel de estudio, debemos considerar, la concentración del fármaco , el receptor específico (sistema discriminador), el acoplamiento [AR]-Efecto o sistema amplificador, y finalmente el sistema efector que nos dará la señal de salida.

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