EL SACO DE DORMIR
Al elegir un saco de dormir, es necesario valorar nuestras necesidades partiendo del uso que vayamos a darle. No es lo mismo utilizar un saco para ir de camping, que para hacer media o alta montaña. Tampoco nos servirá igual para cualquier estación del año, así que su adquisición será adaptada a la estación en la que normalmente lo utilicemos.
Lo ideal sería disponer de 2 sacos: uno para primavera-verano (épocas calurosas) y otro para otoño-invierno (utilización con fríos extremos), aunque lo más habitual es disponer de un solo saco, polivalente para las 4 estaciones del año.
Hay que tener en cuenta que no solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las máximas prestaciones en cualquier postura y situación.
PARTES DE UN SACO
Exterior. Se utilizan nylons y tejidos similares. Los tratamientos de hidrofugado ayudan a repeler la humedad ambiental. Los confeccionados con tejidos impermeable/transpirable pueden utilizarse tranquilamente en vivacs, aunque para estos casos utilizaremos normalmente las fundas de vivac.
Interior. Suelen ser de nylon o de algodón. El nylon es mucho más ligero que el algodón, pero a diferencia de este último, con el sudor se pega a la piel. El algodón, en verano, absorbe la humedad generada por la transpiración y en invierno retiene el calor.
Rellenos. Son los que nos protegerán realmente del frío. El sistema consiste en conseguir formar el mayor número posible de cámaras de aire del mínimo tamaño. El peso y volumen del material serán los menores posibles. Las fibras sintéticas permiten meter el saco directamente en la lavadora, con el mínimo de cuidados y son los ideales como sacos de verano, los cuales, a consecuencia del sudor, se ensucian antes. Los sacos de gama alta utilizan fibras de menor volumen, con retenciones térmicas superioriores. La pluma tiene la propiedad de expandirse y comprimirse mejor que la fibra. También ocupa menos espacio cuando el saco está dentro de su funda y a igualdad de prestaciones, pesa menos. Su inconveniente es que son más delicados que los sintéticos y hay que evitar que se mojen, razón por la cuál, en su interior algunos modelos llevan nylon y no algodón (el algodón absorbe humedad). Tampoco puede lavarse a menudo como el caso de las fibras y debe realizarse con productos especiales. De no ser así, la pluma se apelmaza y se crean huecos en el interior de las cámaras del saco.
Costuras. Un saco de altas prestaciones siempre dispondrá de costuras internas/externas disociadas o desplazadas. Los sacos que dispongan de única costura, transmitirán directamente el frío a través de ellas.
Cremallera lateral. Permitirá entreabrirlo si la temperatura es alta. Las cremalleras especiales de los sacos invernales evitan que se hielen. Los modelos que disponen de una tapeta con el mismo relleno que el resto del saco evitan la entrada del frío, el viento y la lluvia. Normalmente los diestros elegirán un saco con la cremallera a la izquierda y los zurdos a la derecha para facilitar su uso. Casi todos los sacos del mismo modelo, que dispongan de ambas cremalleras, podrán ser unidos, formando lo que sería un único saco de 2 plazas.
Collarín térmico. Es una pieza que, unida al interior del saco, puede ceñirse alrededor del cuello. Evita la pérdida del calor del cuerpo, permitiendo si se desea, dejar la entrada del saco totalmente abierta. Todo saco utilizado para fríos extremos debería disponer de collarín.
Capucha. Su diseño contribuirá a evitar pérdidas de calor en la zona de la cabeza.
Loft. Es el grosor o volumen que adquiere el saco al expandirse su relleno. Dependiendo del tipo de relleno (pluma o sintético) y su calidad, nos aislará más o menos. Así pués, dos sacos con el mismo loft no tienen porque aislar igual, sino que simplemente tendrán el mismo grosor.
PARTES DE UN SACO |
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1- Base espaciosa. 2- Tapéta térmica en cremallera. 3- Ceñidor de cabeza. 4- Capucha ajustable. 5- Collar térmico ceñidor. |
6- Velcro de ajuste en hombros. 7- Costuras diferenciadas. 8- Cremallera de doble cursor. 9- Bandas anti-deslizantes. 10- Cintas para colgar. |
TIPOS DE SACOS
Sacos de primavera-verano. Son ligeros y resistentes, con el interior de algodón para absorber el sudor. La cremallera lateral permitirá entreabrirlo si la temperatura es alta. Los de fibra podrán lavarse a menudo.
Sacos de invierno. Los de mayor retención térmica son los de 'duvet'. Los de fibras sintéticas de alta calidad ocuparán mayor volumen y pesarán más. Los sacos que suelen emplearse para invierno tienen resistencias de temperatura que oscilan entre los -5º C y los -20º C. Los utilizados para fríos extremos aguantan mucho más.
Sacos Super-ligeros. Como su nombre indica, la principal característica es su poco peso y reducido volumen para el transporte. Suelen utilizar fibras con buena retención térmica para no tener que renunciar a su función principal que es la de protegernos del frío.
TEMPERATURAS MÁXIMAS
Hay que tener en cuenta que el indicador de temperatura especificado por cada fabricante, siempre está dado en su límite extremo, pudiendo variar según el metabolismo del usuario, la humedad ambiental, presión atmosférica, velocidad del viento, cansancio, alimentación inadecuada y la propia noción de frío. Estas cifras deben ser empleadas como instrumentos comparativos y debemos interpretarlas a modo de orientación y nunca como valores absolutos.
Si realizamos una estancia dentro de un saco, con una temperatura exterior al límite de su temperatura máxima, lo pasaremos realmente mal si no nos protegemos con algo más.
No solo el tipo y cantidad de relleno afectarán a la capacidad de retención térmica de un saco. Su construcción será determinante para proporcionar las prestaciones de dicho saco en cualquier postura y situación.
MATERIALES USADOS EN LOS FORROS
Gore Dry Loft®. Membrana que proteje de la nieve y de la lluvia ligera, a la vez que es altamente transpirable. Detiene completamente el viento, evitando la pérdida de calor.
Microlite®. Poliamida de alta tenacidad, muy ligera y repelente al agua. 54 g/m².
MicroMax®. Micropoliester de gran rendimiento. Repelente al agua y buen protector de la pluma gracias al poder de transpiración.
Nylon Oxford®. Extremadamente resistente y ligero. Usado para las zonas de mayor estrés y desgaste.
Nylon RipStop®. Tratamiento antidesgarro que se le confiere al tejido mediante un cuadrillé.
Nylon Taffeta®. Nylon superligero repelente al agua, corta-viento y muy resistente a la abrasión.
Pertex P4®. Nylon Taffeta de alta calidad. 54 g/m².
Powertex®. Laminado impermeable, transpirable y cortaviento.
Silky Taffeta®. Fina, suave y ligera malla de nylon.
Sofitex 2000®. Membrana con una impermeabilidad de 10.000 mm de columna de agua, una transpirabilidad de 7.000 g/m² 24 h y cortaviento.
Super Microfibre®. Microfibra de poliester ligera y muy transpirable. Alta resistencia al viento, el agua y los rayos UV.
VaporWick® Taffeta. Suave tejido con un tejido con un alto poder de expulsión de humedad.
TIPOS DE PLUMA
Existen distintas calidades y su clasificación de mayor a menor retención térmica sería el duvet, el plumón y la pluma triturada. Con el duvet difícilmente notaremos el tacto de la caña, que en definitiva es la que reduce el efecto de retención térmica y reduce la capacidad de compresión.
A las pulgadas cúbicas ocupadas por una onza de pluma se le llama 'cuin'. Cuanto más alto sea el 'cuin', mayor será su espesor (loft) y mayor retención térmica aportará. Por normal general 500 cuin suele aceptarse como el estandard.
RELLENOS DE FIBRA
Hollofil II®. Fibras huecas de poliester Dacron, con 4 canales y siliconadas. Suave al tacto y resistente al lavado.
Hollowfibre 4®. Fibra con 4 canales huecos en su interior, que retienen hasta un 20% más de calor que una fibra sólida, incluso en mojado. Anti-alérgico y muy resistente al lavado.
LCW®. Poliéster siliconado que entremezcla un 70% de fibras huecas (ligeras y atrapan eficázmente el calor) y un 30% de microfibras espirales (elásticas para mantener el loft).
Micro-loft®. Microfibra con un gran poder de retención calorífico incluso en mojado y reducido volumen. Anti-alérgico y muy resistente al lavado.
Polarguard® 3D. Fibra continua resistente y duradera. Altamente comprimible en reducidos espacios, tiene un alto poder de retención térmica y un peso similar al de la pluma.
Thermolite® Extreme. Combinación de 3 fibras. La primera tiene un fino denier para una buena retención térmica y compactibilidad. La segunda otorga gran resistencia y durabilidad al tejido. La última está anillada configurando una especie de muelles que propician el loft. Es anti-alérgico, inhodoro, resistente al lavado y seca rápido.
CONSEJOS DE UTILIZACIÓN
CONSEJOS PARA LA CONSERVACIÓN
CÓMO LIMPIAR UN SACO
Taller de Andinismo Universidad de Concepción |
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