GEOGRAFÍA ECONÓMICA
Para
estudiar la geografía económica de la Región Metropolitana de Santiago, es
necesario preclasificar las actividades en primarias o extractivas, secundarias
o de transformación, y terciarias o de servicios, según su contribución al
Producto Geográfico Bruto (PGB).
El
primer grupo incluye a aquellas relacionadas con la extracción de productos de
la naturaleza, ya sea desde el medio físico (suelo, vegetación, agua) como
desde el medio animal (leche, carne), implicando un nivel mínimo de
transformación del producto obtenido. El sector primario o extractivo generó en
1986 el 4,2 por ciento del PGB regional, porcentaje que durante el año 1999
decayó a 3,5 por ciento, cifra que se obtiene al considerar en conjunto las
actividades silvoagropecuarias y mineras.
Las
actividades secundarias o de transformación contemplan el cambio de materias a
productos intermediarios y/o finales a través de la incorporación de trabajo,
capital y de este grupo se incluyen todas las actividades manufactureras, cuyo
aporte al en 1986 alcanzó al 21,5 por ciento 1999 llegó a 20,53 por ciento.
Por
último, el sector terciario de servicios corresponde a actividades que
constituyen bienes intangibles, de difícil medición en términos de peso o
volumen, a diferencia de las actividades primarias y secundarias, que son
medidas en unidades convencionales como las citadas. Sin embargo, las
actividades terciarias pueden medirse a través de grado de satisfacción
derivado de su consumo, el cual puede manifestarse en términos monetarios. En
general, se consideran terciarias o de servicios las actividades gubernamentales,
servicios públicos, construcción, comercio, transportes y comunicaciones,
salud, educación, vivienda, banca, seguros y turismo. En cuanto a la
contribución del sector al PGB regional, en 1999 alcanzó al 76,04 por ciento
Actividades primarias o
extractivas
De los rubros involucrados
en este tipo de actividades, destaca el sector silvoagropecuario, cuya
contribución a la economía es altamente relevante si se considera que la Región
Metropolitana de Santiago concentra tan solo un 4,9 por ciento de la superficie
sembrada en el territorio nacional y aporta a la economía nacional un 15,7 por
ciento (participación sectorial regional con respecto al total sectorial país).
Esto se explica en gran medida por la presencia en la región de terrenos
agrícolas de alta calidad, sobre todo suelos de las clases I y IV de riego y,
con escasas restricciones de uso. Este factor suelo, sumado a las condiciones
climáticas relativamente favorables, a las condiciones de accesibilidad,
proximidad al mercado, al mayor uso le tecnologías y al más fácil acceso a
créditos, constituyen elementos que contribuyen a explicar el alto rendimiento
a nivel regional de los principales cultivos.
Actividades secundarias
o de transformación
La
Región Metropolitana de Santiago presenta la concentración industrial más alta
del país. El Producto Geográfico Bruto supera el 50 por ciento generado a nivel
nacional. En cuanto a la contribución del PGB regional, el aporte industrial es
decisivo, presentando en promedio valores superiores al 20 por ciento en la
última década.
La
concentración de la industria en la Región Metropolitana de Santiago respecto
del total país es enorme. Los casos más extremos, corresponden a las industrias
textiles, prendas de vestir, industria del cuero (82,1 por ciento), química
(80,2 por ciento), metálica básicas (74,2 por ciento) y productos metálicos,
maquinarias y equipos (70,9 por ciento), situación que se explica en función de
la demanda de productos y, más en general, de las economías por alta densidad
poblacional y escala presentes en la capital del país.
Actividades terciarios o
de servicios
El
sector terciario de la Región Metropolitana de Santiago aporta más del 70 por
ciento del Producto Geográfico Bruto generado a nivel nacional, cifra que se
desprende de la consideración agregada de las actividades de los rubros
electricidad, gas y agua, construcción, comercio, transporte y comunicaciones,
servicios Financieros, propiedad de vivienda, educación, salud, administración
pública y otros servicios.
EXPLOTACIÓN DE
RECURSOS NO RENOVABLES
Ámbito minero
En
líneas generales, durante la última década el crecimiento de la Producción
minera regional ha sido muy sostenido, del orden del 56 por ciento contra un
7,7 por ciento del producto Geográfico Bruto de la región.
En
la actualidad, las faenas extractivas y procesadoras de la minería metálica
están representadas, principalmente, por los yacimientos de Lo Aguirre y Los
Bronces, este último de la Cía. Minera Disputada de Las Condes. En cuanto a las
plantas procesadoras, son importantes la planta de Lo Aguirre, que tiene una
capacidad de tratamiento cercana al millón de toneladas anuales, y la planta
San Francisco, de la Cía. Minera Disputada, con una capacidad de tratamiento
del orden de las 8.000 toneladas diarias de mineral.
La
pequeña minería metálica casi no existe en la Región Metropolitana de Santiago
(Anuarios de Minería, 1999), concentrándose en pequeñísimas explotaciones de
oro, plata y cobre, las cuales se localizan de preferencia en la zona de
Tiltil, Curacaví y Melipilla.
La
minería no metálica en la región tiene, en cambio, una importante cuota
productiva, la cual llega en algunos productos a más del 50 por ciento de la
producción nacional. En este rubro destacan los yacimientos de El Guindo, Cerro
Blanco, Lo Valdés y El Volcán.
Es
importante destacar el complejo minero industrial de Cemento Cerro Blanco
(productor de Cementos Polpaico), que ha llegado a producir sobre el millón de
toneladas de cemento anuales, lo que la habría ubicado en los primeros lugares
de producción del país.
La
mayoría de los minerales no metálicos son insumos para el sector de la
construcción. Por lo tanto, las cantidades que se explotan dependen mucho de
las fluctuaciones de esta actividad.
La
actividad minera regional dio trabajo permanente a un número cercano a las
11.600 personas durante el año 2000.
Ámbito agrícola
De
la superficie total de la Región Metropolitana de Santiago (15.403,2 km2),
cerca del 79,5 por ciento corresponde a suelos con escasas aptitudes agrícolas,
constituidos fundamentalmente por cerros y montañas, con excepción de las áreas
de empastadas naturales de temporada. Estos pastos y los matorrales espinosos
que los acompañan se desarrollan de preferencia en la Cordillera de la Costa,
por cuanto en las laderas de exposición sur de la Cordillera de los Andes, y
hasta una altitud no superior a los 3.000 msnm, suelen encontrarse arbustos de
talla alta, y árboles autóctonos en los fondos de quebradas o valles. El
restante 16,6 por ciento de la superficie regional (317.219,7 ha) se divide en:
256.857,6 ha de suelo agrícola y 60.362,1 ha de suelo urbano (Conaf, 1999).
Esta proporción del territorio está constituida por rellenos y sedimentaciones
que configuran la depresión intermedia, la que posee las aptitudes más diversas
desde el punto de vista agroclimático; la escasez de agua durante la estación
larga y seca del verano es, sin embargo, su mayor restricción. De hecho, el
clima es benigno, pero las precipitaciones son pocas y mal distribuidas,
existiendo una temporada (entre octubre y marzo) de lluvias escasas o nulas (30
mm de promedio en el semestre).
De
acuerdo a estas consideraciones, el suelo con riego artificial asegura amplias
posibilidades productivas en la región, aunque se da una graduación. Los de las
clases I y II de riego no presentan prácticamente ninguna restricción para el
cultivo. Sin embargo, los de mejor aptitud agrícola de la Región Metropolitana
de Santiago coinciden en presentar, al mismo tiempo, la mejor aptitud para la
expansión urbana de la ciudad.
Los
suelos clases I y II de riego se caracterizan por constituir terrenos
profundos, permeables, no erosionables y sin limitaciones derivadas de la
estructura y/o pendiente. Esta superficie tiene una alta importancia regional,
por la versatilidad que presenta para responder a las demandas de
abastecimiento agrícola generadas en la mayor concentración urbana del país.
Además, posee una clara significación nacional, debido a la escasez de este
tipo de suelos, de los cuales el 17 por ciento se localiza en la Región Metropolitana
de Santiago.
La
cuenca hidrográfica del río Maipo presenta solo una obra de regulación hídrica,
el embalse El Yeso, que permite asegurar el riego del valle y la entrega del
insumo básico para la producción de agua potable destinada a satisfacer las
necesidades de una importante población. El cuadro de esta página detalla los
embalses existentes en esta cuenca.
Ámbito forestal
La
superficie total de bosques en la Región Metropolitana de Santiago es de
98.410,8 ha, de las cuales 93.454,0 ha corresponden a bosque nativo, lo que
equivale a un 95,0 por ciento del total de bosques. Las plantaciones forestales
abarcan 4.884,1 ha, representando un 5,0 por ciento, y los bosques mixtos solo
cuentan con 72,7 ha, alcanzado un 0,1 por ciento.
Los
tipos forestales presentes en esta región son: esclerófílo, el que representa
un 92,9 por ciento; roble-hualo, con un 7,0 por ciento; y ciprés de la
cordillera, con un 0,1 por ciento del total de bosque nativo (ver cuadro
inferior).
Ámbito pesquero
Por
carecer de litoral, en la Región Metropolitana no se realiza pesca extractiva.
No obstante, existen criaderos de peces (truchas) que produjeron 362 toneladas
en 1997.
Industria
La
Región Metropolitana de Santiago posee la más alta concentración industrial del
país y genera más de la mitad del Producto Geográfico Bruto Nacional. Esto se
explica, como ya se señaló, porque las mejores condiciones para el desarrollo
industrial las ofrece esta región: el acceso a créditos, gran concentración de
población, personal calificado, buenas vías de acceso para materias primas y de
desplazamiento de la producción, y suficiente abastecimiento de agua y energía.
Por
lo demás, el hecho de constituir Santiago el más antiguo e importante núcleo
demográfico, político, financiero, comercial y cultural del país, explica su
carácter generador de toda clase de actividades fabriles nacionales, así como
el intercambio con el exterior.
Como
generador de empleo, el sector industrial ocupa el segundo lugar después del
rubro comercio, dando trabajo, durante el año 1999, a alrededor de 469.500
personas, lo que equivale al 20,2 por ciento de la fuerza de trabajo ocupada en
la región.
Según
la Clasificación Industrial Intencional Uniforme (CIIU), el sector industrial
puede dividirse en ocho subsectores o ramas:
PRODUCTOS ALIMENTICIOS, DEBIDAS Y TABACOS.- Esta rama ha experimentado una
variación positiva de crecimiento sostenido, con una participación del 26,6 por
ciento en la generación del valor bruto de la producción regional. Durante la
década 1990 - 2000, este subsector dio empleo directo a más de 45.500 personas
en promedio anual.
INDUSTRIA TEXTIL, PRENDAS DE VESTIR E INDUSTRIA DEL CUERO.- Subsector muy heterogéneo. Por una
parte, la industria textil mantiene un crecimiento positivo, pero bajo, del
orden del 15,3 por ciento del valor bruto de producción regional, mientras que
los rubros calzados y cueros han presentado una fuerte tendencia a la baja.
Durante
la década 1990-2000, este subsector dio empleo directo a más de 56.900 personas
en promedio anual.
INDUSTRIA DE LA MADERA Y SUBPRODUCTOS. La industria de la madera
experimentó un retroceso en producción y ventas, mientras que la industria del
mueble muestra importantes aumentos. Su participación en el valor bruto de
producción regional es el más bajo de la clasificación, alcanzando solo a un
2,2 por ciento, situación que se manifiesta en la ocupación de mano de obra,
llegando a emplear solo 9.600 personas al año en promedio, para la década
1990-2000.
FABRICACIÓN DE PAPEL, IMPRENTA Y EDITORIALES.- Participa en el valor bruto de
producción regional con un 10,5 por ciento, presentando importantes
crecimientos a partir del año 1995. El subsector dio empleo en la década
1990-2000 a 18.674 personas en promedio anual.
FABRICACIÓN DE SUSTANCIAS QUÍMICAS Y PRODUCTOS QUÍMICO DERIVADO DEL
PETRÓLEO, CARRÓN, CAUCHO Y PLÁSTICO.- Corresponde al segundo subsector en importancia,
participando con un 19,8 por ciento en el valor bruto de producción regional,
en donde destaca el rubro de los plásticos. El subsector dio empleo en la
década 1990-2000 a 38.329 personas en promedio anual.
FABRICACIÓN DE PRODUCTOS MINERALES NO METÁLICOS.- Este subsector es de escasa
importancia en la región, aportando solo un 5,5 por ciento del valor bruto de
producción regional.
Durante
la década 1990-2000 dio empleo directo a más de 56.900 personas en promedio
anual. Depende fuertemente de las fluctuaciones de la construcción, puesto que
la mayoría de su producción son insumos para dicho sector.
Durante
la década 1990-2000, este subsector dio empleo directo a 10.500 personasen
promedio anual.
INDUSTRIAS METÁLICAS BÁSICAS.- Corresponde a la minería regional, que se trató en acápite
aparte. Participa con un 5,1 por ciento del valor bruto de producción regional.
Este subsector dio empleo a 5.800 personas en promedio anual durante la década.
FABRICACIÓN DE PRODUCTOS METÁLICOS, MAQUINARIAS Y EQUIPOS.
La
Región Metropolitana de Santiago concentra el 70 por ciento de las mayores
industrias de este subsector, que es altamente intensivo en mano de obra,
aunque su participación en el valor bruto de producción regional es relativo:
14,9 por ciento.
Durante
la década 1990~2000, este subsector dio empleo directo a 42.243 personas en
promedio anual.
Energía
En
cuanto a la producción de energía, en la Región Metropolitana de Santiago
existen varias centrales, tanto termoeléctricas como hidroeléctricas. En total
produjeron 4.640 GWH durante el año 1999.
TRANSPORTES Y COMUNICACIONES
Red Vial
Las
comunicaciones terrestres de la Región Metropolitana de Santiago se basan en
una red de vías de buen desarrollo y una trama de caminos secundarios y
terciarios que llevan a las distintas localidades de esta región y de otras.
Tiene en total (a diciembre de 1998) 2.529,9 km de caminos públicos (hormigón,
asfalto, ripio y tierra).
Las
principales vías de la región, en el sentido norte-sur, son:
RUTA 5 NORTE 0 CARRETERA PANAMERICANA NORTE.- En esta región se da inicio a dicha
carretera, cuyo kilómetro 0,0 se localiza en la intersección de la Alameda
Bernardo O'Higgins y la avenida Presidente Jorge Alessandri Rodríguez
(norte-sur), y se prolonga en la región, con calidad de pavimento superior y en
doble vía, por 65,6 Km. (ligeramente al sur de la cuesta Las Chilcas).
RUTA 5 SUR 0 CARRETERA PANAMERICANA SUR.- Que se prolonga, en la región, por
55,9 Km, hasta el túnel Angostura, con calidad de pavimento superior y en doble
vía.
Como
rutas transversales, son de especial relevancia las siguientes:
RUTA 68.-
Que une Santiago con las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, y desde aquí a
playas de veraneo de la Quinta Región. Además, da conexión a los poblados de
Casablanca y Curacaví. Se prolonga por 115 Km, con calidad de pavimento
superior y en doble vía.
RUTA 78.- Concesionada,
une la ciudad de Santiago con Cartagena, y desde aquí al litoral central
(Llolleo, San Antonio, El Quisco, Algarrobo), además de conectar los centros
poblados de Melipilla, Talagante, El Monte, Padre Hurtado y Peñaflor. Se
prolonga por 110 Km
RUTA G-21.-
Que une la ciudad de Santiago con el centro invernal de Farellones y Valle
Nevado. Se prolonga por 40 Km
RUTA G-25.-
Que conecta Santiago y la comuna de Puente Alto con el Cajón del Maipo, hasta
la localidad de El Volcán. Se prolonga por unos 70 Km, con calidad de pavimento
superior.
Otras
vías de especial importancia son:
RUTA 66.-
Más conocida como Camino de la Fruta, que une el puerto de San Antonio con la
localidad de Pelequén, en la Sexta Región, prolongándose por 70 km. en la
Región Metropolitana de Santiago, hasta la localidad de San Vicente, unos 7 km.
al norte del lago Rapel.
RUTA 70, 0 AVENIDA AMÉRICO VESPUCIO.- Que corresponde a una circunvalación de la ciudad de
Santiago, con una extensión de 60 Km, con calidad de pavimento superior y en
doble vía.
Parque automotor
a
Región Metropolitana de Santiago tiene, al año 1999, un parque automotor de
966.476 vehículos. Corresponde a un 45,0 por ciento de los 2.145.437 vehículos
que existen en el país, lo que la sitúa en el primer lugar del ranking
nacional.
Transporte terrestre
Ferrocarril.-
El sistema de transporte de Ferrocarriles del Estado se centraliza en la Región
Metropolitana de Santiago. Posee un tendido continuo entre las ciudades de
Valparaíso y Puerto Montt, más algunos ramales.
Transporte aéreo
En
la Región Metropolitana de Santiago se encuentra el aeropuerto internacional
Comodoro Arturo Merino Benítez, el más grande del país, desde donde se genera
prácticamente todo el transporte aéreo desde Chile al extranjero.
Con
relación al transporte aéreo internacional, este se detalla en el cuadro
superior, para el período 1995-1999.
Comunicaciones
El
servicio de comunicación telefónica de la Región Metropolitana de Santiago es
proporcionado por varias empresas. No obstante, el mayor tráfico es servido por
la Compañía de Telecomunicaciones de Chile S.A. (Telefónica CTC Chile), de la
cual se entrega información en el cuadro inferior.