Chile Urgente:
los deberes olvidados
Del 5 al 28 de enero se extenderán las actividades de esta Escuela de Verano 2012 que estará centrada en las tareas pendientes con la sociedad.
Cuando el año termina deberían también concluirse todas las tareas; no obstante, este 2011 tan acontecido deja en clara evidencia una serie de deberes pendientes que requieren ser resueltos con urgencia y la academia, en ese aspecto, tiene mucho que aportar a la discusión.
El período estival surge como una temporada ideal para propiciar esa reflexión y en la tradición penquista la Escuela de Verano ofrece esa oportunidad. De ese modo, con el nombre Chile Urgente. Los deberes olvidados, las actividades organizadas por la dirección de Extensión se han adaptado a la contingencia del país y la zona, marcadas principalmente por el conflicto estudiantil y la aún pendiente reconstrucción.
Es así como el concepto de los “deberes olvidados” se traduce en una revisión de las tareas pendientes y las deudas con la sociedad, contemplando para su ceremonia inaugural una conferencia del abogado Fernando Atria quien últimamente ha abordado con una visión crítica los conflictos en la educación chilena.
Programa
El jueves 5 de enero se inician las actividades con el seminario La mujer en las ciencias: desafíos y compromisos; en tanto, para el martes 10 está contemplada la ceremonia inaugural.
Al día siguiente se realizará la conferencia y diálogo Violeta Parra viene volando: ¿gavilán o paloma?, y el jueves se presenta el libro Murales y muralismos en la VIII
Región, seguido de la mesa redonda 2012: Fin de mundo o fines de lucro. Para el viernes está programado el seminario Urgencias del teatro regional y para el lunes 16 un diálogo sobre arte mapuche. Al día siguiente se realizará la mesa redonda El mapudungun ¿Una lengua en retroceso? y el miércoles otra denominada Chile: ¿la República virtuosa? Para el jueves 19 está programada una presentación de los libros del sello editorial de la Universidad y la entrega del Premio Atenea a Tomás Harris, y para el miércoles 25 una mesa redonda y un recital poético para celebrar el Premio Cervantes del Doctor Honoris Causa de nuestra Universidad, Nicanor Parra.
Paralelamente en la Casa del Arte se realizarán exposiciones de arte mapuche, grabado chileno y obras de Claudio Rivera; en tanto, en el Foro y en el Auditorio de la Universidad se realizarán actividades musicales y audiovisuales. Para ello ya están comprometidas a los músicos Hugo Moraga y Claudia Melgarejo y las bandas Niño Cohete, Entrama, y Dixieland, entre otras, así como a la Orquesta Sinfónica.
El programa, que puede conocerse en http://www.udec.cl/everano/, tiene su cierre oficial el viernes 20 de enero con una conferencia del doctor Ricardo Capponi, en tanto el sábado 28 de ese mes la Orquesta Sinfónica replicará su aplaudido concierto Congreso Sinfónico en el foro universitario.
Doctor Honoris Causa obtuvo Premio Cervantes
“Cuándo piensan erigirme una estatua Ya estaría bueno La paciencia también tiene su límite Sin estatua me siento miserable Pero x favor que sea de barro Para que dure lo menos posible Yo soy un hombre que ha sufrido mucho Más de lo que delatan las arrugas Sólo creando mundos me consuelo” (Discurso del Biobío)
El antipoeta que revolucionó la poesía en Español, Nicanor Parra, obtuvo ayer el Premio Cervantes 2001, considerado el “Nobel de las letras españolas”.
Humor e ironía en lo cotidiano caracteriza la obra de Parra quien, en 1996, había sido investido como Doctor Honoris Causa de nuestra Universidad “por su sobresaliente aporte a la renovación de la poesía escrita en lengua castellana”.
En la ocasión dirigió a los asistentes su Discurso del Biobío en el que ironizó cerca de la existencia de premios y reconocimientos y revisó en su particular tono distintos aspectos del momento y de la historia.
“Ahora soy Doctor Honoris Causa caramba
Good bye to all that
Cambia todo cambia
Gozo de la confianza de algunos filósofos
El Oráculo tenía razón
Cambia todo cambia
Sólo la Dictablanda permanece”, sentenció en esa ocasión.
En su texto Par(r)a eso se hizo la poesía, la directora de Extensión, María Nieves Alonso, señala que “el carácter desmitificador y desacralizador de la antipoesía ha sido uno de los aspectos más destacados y, quizá, el más valorado en los estudios sobre la obra de Nicanor Parra”.
A su juicio “la antipoesía une tragedia y comedia. Convierte la tragedia en tragicomedia y se la escribe para reír y llorar a la vez. Pero, sobre todo, en el nivel de los sentimientos, junto al terror y la desolación, la poesía de Parra introduce la ternura y la risa (y la belleza). Una ternura y un humor aprendidos de la mano del padre, de la mano de la madre, a orillas del río Cautín también en el vecindario de Quinta Normal”.
Otro aspecto que menciona la académica es que la maestría de Parra forma parte de la médula de nuestra lengua. “Las formas que ha creado dan voz a muchas de nuestras dudas. Ha visto las cosas con exactitud y con variedad, ha templado su conciencia con tanta experiencia; ha asentado sus vivencias y sentimientos con tal autoridad que nos tropezamos con su voz – que es la voz de la tribu o, como él dice, al menos, la voz del fantasma de la tribu, en casi todos los recovecos de nuestra conciencia”.
Finalmente María Nieves Alonso se refiere al mito creado por Ercilla: “los chilenos son airosos, gallardos, desenfadados, grandes, excelentes, de buen aire, granados (que tienen granos color carmesí, son muy gustosos y muy estimados); soberbios, pero del latín “superbus” no de “superbia”; es decir, altivos, elevados, grandiosos, magníficos, fogosos. Primera constatación: el mito, como tal, goza de buena salud. Segunda constatación: sólo a veces, algún, alguna chilena encarna el tipo. Tercera constatación: Clown y clarividente; mago y hombre corriente; excepcional wpensador y gran amigo, Nicanor Parra es uno de ellos y como pocos enciende el corazón y lo refrena”.
Premio Atenea para Tomás Harris
El destacado poeta nacional recibirá esta distinción durante la Escuela de Verano 2011. Su libro Las dunas del deseo fue celebrado por el jurado.
Demostrando la preeminencia de la que pareciera gozar la poesía en la literatura chilena actual, el poeta Tomás Harris resultó ganador, por unanimidad, del Premio Atenea que entrega la Universidad.
Fueron más de 50 los libros que debió revisar el jurado conformado por el rector Sergio Lavanchy, quien lo presidió; el académico y crítico literario de la Universidad de Talca, Javier Pinedo, y los académicos y críticos de nuestra casa de estudios, María Nieves Alonso -directora de Extensión-, Dieter Oelker, Mauricio Ostria y Mario Rodríguez -director de Revista Atenea-.
El rector Lavanchy destacó el trabajo realizado de manera responsable y concienzuda por el jurado, lo que permitió entregar unánimemente la distinción, por su libro Las dunas del deseo, al poeta, quien cursó su pregrado y el magister en Literaturas Hispánicas en nuestra Universidad.
El premio a la Mejor Obra Literaria, publicada entre los años 2009-2010, se juró a fines de noviembre y en la ocasión Mario Rodríguez destacó que el libro de Harris continúa en la senda de su obra anterior, con la imagen de una contraciudad, una ciudad infernal, un Concepción en la tradición de las ciudades incendiadas, con un lenguaje delirante y una construcción inteligente y muy bien pensada.
Agradeciendo “todo lo que se haga por promover las letras en Chile”, Javier Pinedo, destacó la importancia de este premio tanto por lo que significa la Universidad de Concepción en el ámbito cultural, como la revista Atenea.