Presentan libro tributo
a Miguel Aguilar
La publicación, ordenada y comentada por el académico del departamento de Música Nicolás Masquiarán, abre la puerta a un lenguaje musical muy peculiar en el contexto de los compositores chilenos.
La presencia de Miguel Aguilar se entrelaza con una serie de autores que constituyen el fundamento que sostiene la idea de Concepción, ciudad cultural. Así lo señaló el director del departamento de Música, Alejandro Gallegos, en la presentación del libro que reúne la obra del destacado músico y ex académico de la Universidad.
Calificado como “padre de la música dodecafónica chilena”, hace algunos años Aguilar señaló a UdeC Panorama: “Escribo para los instrumentos tradicionales y para la voz. Para piano, para canto. Uno de los instrumentos que más me fascina es el clarinete, pero he escrito para todos los instrumentos”.
Iniciativa del docente del departamento de Música Nicolás Masquiarán, el libro Miguel Aguilar: obras para voz y piano. Obras para piano solo, incluye catorce piezas en las cuales se da cuenta de una vida en la música y “de una evolución creativa que, desde 1954 hasta 1986, esbozan un capítulo de la música nacional cuya presencia está ahí, nebulosa pero innegable bajo la opaca cortina de la oficialidad histórica”, sostiene Masquiarán en el texto introductorio.
El corpus de la publicación lo compone una edición de las partituras ordenadas y comentadas por el autor del libro lo que, a juicio de la también docente del departamento de Música, Carola Bravo, “es una restauración de nuestro patrimonio musical”.
Si bien Concepción es una ciudad que en lo musical destaca más por sus músicos que por sus compositores, esta publicación habla de una persona absolutamente instalada en el medio musical nacional. “Un músico debe ser reconocido haciendo que su música suene y ése es el objetivo de este libro: sacar del polvo de los archivos las partituras dispersas y ponerlas a disposición del público para que empiece a sonar. Es un tributo a él”, sostiene Masquiarán.
El académico destaca además que la fidelidad de Miguel Aguilar a su estética lo lleva a ser un representante histórico de lo que ocurrió en la música nacional.
En la ceremonia de presentación del libro, el joven pianista Miguel Sepúlveda interpretó tres piezas de Aguilar: Estudio serial, obra que no fue pensada para concierto, sino para clases de análisis; Sonata nº1, que se acerca a la estética del compositor alemán Anton Webern, y Microscopía nº1.