La ceremonia de entrega de medallas doctorales realizada la semana pasada marca un hito importante en el desarrollo del Posgrado en nuestra casa de estudios. La cifra de graduación de 64 doctores en un año es inédita y da cuenta del trabajo serio y responsable que se ha llevado a efecto en esta área. Así lo puso en evidencia el Rector durante el acto académico al señalar que el hecho en sí era una gratificante actividad que revestía particular vitalidad en estos días en que la vida universitaria ha estado cruzada por hechos que han perturbado profundamente la normalidad de las actividades de la institución.
En el ámbito de las actividades propias de la institución, se agrega la realización de la Junta Ordinaria de Socios de la Corporación que aprobó la Memoria y Balance 2010, en un encuentro realizado en la Casa del Deporte con la asistencia de más de 170 socios en segunda citación. Se trata de un ejercicio democrático en que los socios no académicos -que representan a la ciudadanía que dio vida a esta Universidad- junto a los socios académicos analizan, discuten y aprueban- en este caso- la gestión académica y financiera de la Corporación. También se proclamó a Sergio Arévalo como nuevo integrante del Directorio de la Corporación.
Este mes de octubre ha requerido del esfuerzo y compromiso de toda la comunidad académica para poner fin al primer semestre académico el viernes 7 de octubre. Con ello se logró que los estudiantes becados y los alumnos que tienen crédito estatal pudieran mantener sus beneficios, cumpliendo con lo que exigió la División de Educación Superior del Mineduc.
En medio del complejo escenario que enfrenta la Educación Superior, el G-9 surge como una alternativa importante para visibilizar las proposiciones y demandas de estas universidades.
La revisión del calendario de Docencia de Pregrado para los tres campus se hará este viernes. En la reunión del Consejo Académico se analizarán las modificaciones para regularizar los cambios que se han debido efectuar fruto del nuevo escenario que surgió como consecuencia del movimiento estudiantil. Se trata de compatibilizar los intereses de la institución con los de los estudiantes y resolver las dificultades que se presentan, en beneficio de todos.
Desde marzo de este año se estaba analizando la creación del G-9, agrupación que reúne a las 9 universidades tradicionales no estatales que integran el Consejo de Rectores, CRUCH. El objetivo es fortalecer la voz de 9 instituciones que no tenían una organización propia al interior del CRUCH, como sí la tienen las universidades estatales. Ello quedó claro desde el primer momento en que se anunció este nuevo referente y ninguno de los rectores ha sentido amenazada la continuidad y fortaleza del CRUCH. La directiva está formada por el rector de la Pontificia Universidad Católica en la presidencia, y los rectores de las universidades de Concepción y Católica de Valparaíso en las vicepresidencias.
El G-9 lo integran universidades que producen bienes públicos importantes para la sociedad chilena, tanto en formación de profesionales como en posgrado. Están distribuidas a través del territorio en forma armónica: desde Antofagasta hasta Valdivia. En conjunto, las nueve instituciones reúnen una matrícula de pregrado de más de 100.000 alumnos, cercano al 40% de la matrícula del CRUCH. Respecto de la matrícula de doctorados, suman más de 2000 alumnos, lo que corresponde al 61% de la matrícula nacional. Su cuerpo docente es de alto nivel, con una mayoría de profesores con doctorado y estudios avanzados de posgrado. En el área de la investigación, el grupo presenta un porcentaje muy significativo de la producción científica chilena (proyectos y publicaciones), así como también de la innovación, expresada en patentes.
En medio del complejo escenario que enfrenta la Educación Superior, el G-9 surge como una alternativa importante para visibilizar las proposiciones y demandas de estas universidades.