Ciencia y religión
animaron debate
Más de un centenar de asistentes conversaron con una filósofa (creyente) y un matemático (ateo) en el café científico Ciencia y Religión: ¿una convivencia (in)feliz?
Más de cien asistentes conversaron sobre los puntos de encuentro y diferencias entre dos formas de acercarse al conocimiento: teología y método científico. María Belén Tell, filósofa de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, y Xavier Vidaux, lógico matemático de la Universidad de Concepción, plantearon sus puntos de vista en el café científico Ciencia y Religión: ¿una convivencia (in)feliz?, organizado por el Centro de Biotecnología y que en esta ocasión se efectuó en la Biblioteca Municipal.
Desde la ciencia, el trayecto hacia el conocimiento se realiza a través del método científico, que permite la descripción de fenómenos, la contrastación de hipótesis y la formulación de leyes generales por las cuales se rige la naturaleza. Vidaux comentó que “la matemática es lógica y es la base la ciencia moderna; se diferencia de la teología en que no asume una verdad sin comprobarla; ahí hay un conflicto con la presencia de un dios que determina lo que se investiga.”
El académico agregó que, mientras el científico no sabe a priori lo que va a descubrir, el religioso conoce de antemano los teoremas (“Dios existe”, etc.) y trata de demostrarlos a posteriori. “De todas formas, parecen haber más conflictos entre religiosos y científicos que entre ciencia y religión, ambos buscan acercarse a una verdad, pero con diferencia en el método y fundamentos.”
Por su parte, María Belén Tell argumentó que la religión (particularmente la cristiana) busca el conocimiento de la realidad mediante tres niveles de profundidad: la ciencia moderna, la teología (ciencia de la fe) y el saber filosófico. “La ciencia y la religión son complementarias en la búsqueda de la realización plena de la existencia, cada una aporta en un contexto mayor que es el encuentro con la verdad de Dios”.
En conversación con el público, ambos encontraron convergencias, aunque también remarcaron lo que puede alejarlas. “El científico duda y el religioso cree; es una diferencia entre algo relativo y algo absoluto, un investigador no puede creer en algo sin antes demostrarlo, al menos en el paradigma científico”, afirmó Vidaux. “La ciencia por sí sola no puede dar respuesta a la necesidad humana de creer y encontrar a Dios; prácticamente toda la humanidad tiene esa necesidad y para el creyente es un camino que complementa la fe”, explicó Tell.
El próximo Café Científico, 6 de octubre, será el segundo a nivel nacional, donde se espera repetir el éxito obtenido en la primera versión, que permitió realizar cafés simultáneos en Concepción, Santiago y Valdivia.