Francesco Faranda

El ex director del Centro Eula, Óscar Parra, fue el encargado de recordar a Don Francesco, como era llamado cariñosamente por sus colegas y estudiantes italianos y chilenos. “En el transcurso de su vida universitaria, desarrolló una carrera brillante, ejerciendo una diversidad de cargos y casi siempre en un lugar de liderazgo”, señaló.

Por otra parte, dijo, también promovió y lideró diversas iniciativas de cooperación internacional entre Chile e Italia como el proyecto Alfa Eula network, y la iniciativa Gestión de los recursos marinos bentónicos en cooperación con la Universidad de Génova, CICS-EULA y la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“El mayor orgullo del profesor Francesco Faranda, fue el haber sido el líder y propulsor intelectual del proyecto de cooperación interuniversitario internacional, Eula-Chile, conocido como Proyecto Eula Gestión de los recursos hídricos del río Biobío y el área costera marina adyacente, del cual posteriormente se creara el centro de ciencias ambientales Eula-Chile en el año 1990, del cual estuvo permanentemente ligado y preocupado, prueba de esto último fue su presencia junto a una delegación de profesores”, dijo Parra.

En lo personal, destacó su gran dimensión humana, reconocida por “aquellos que además del ámbito universitario, pudieron compartir con él gratos momentos y recuerdos, construyendo una intensa amistad, casi familiar, especialmente cuando su señora todavía lo acompañaba en sus tareas de manera permanentemente”.

Norberto Della Crocce

Doctor en Oceanografía y subdirector en los inicios del Centro Eula, el académico José Stuardo fue el encargado de realizar la semblanza del profesor Norberto Della Crocce, a quien conoció en la Estación Zoológica de Nápoles cuando fue becado por Unesco para realizar estudios en Europa.

Desde esa época, recuerda Stuardo, Della Crocce tenía un gran interés por conocer Chile.

Como uno de los más destacados científicos italianos en el ámbito de las ciencias del mar y director del Centro de Ciencias Ambientales Marinas, ubicado en Santa Margarita, Génova, el investigador italiano fue estrechando relaciones con Chile, especialmente con nuestra Universidad, hasta que en 1990 se concretó este trabajo de cooperación internacional con la propuesta del centro de Ciencias Ambientales Eula. La relación, recuerda Stuardo, se mantuvo hasta la actualidad.

“Él era un científico completo. De gran reputación internacional e invitado a participar de las más importantes expediciones oceanográficas”, recuerda.

Una vez jubilado, Della Crocce se dedicó a escribir una serie de libros sobre sus recuerdos y su visión científica de la vida y las personas con quienes se relacionó. “Fue una serie de 6 libros donde volcó su facilidad para escribir y referirse a distintos aspectos de la vida. El último de ellos lo publicó en 1995 y en él se refirió al impacto de los proverbios que resultan de la riqueza y sabiduría de los distintos pueblos con quienes se vinculó”.