Cuando el 17 de abril de 1919 comienzan las clases en las primeras cuatro carreras de la Universidad de Concepción, se ponía en marcha un proyecto que era fruto de la demanda de la ciudadanía que reclamaba educación superior para el sur de Chile. De hecho, ya se habían fundado en el siglo XIX las universidades de Chile (1842) y Católica (1888), ambas radicadas en la capital. La primera obedeció a la decisión del Estado de Chile de fundar una universidad y la segunda, a la iniciativa del Arzobispado de Santiago.
La Universidad de Concepción, fue creada por Decreto de la República el 14 de mayo de 1920, según consta en el Boletín de las Leyes, Decretos del Gobierno, Libro LXXXIX- mayo de 1920. En ese texto se le concede la personalidad jurídica y se aprueban sus estatutos.
En ellos se explicita que la Universidad de Concepción es una institución laica, autónoma, creada por la comunidad de Concepción. Cuenta con personalidad jurídica, constituida como Corporación de Derecho Privado, regida por las disposiciones del Título Trigésimo Tercero del Libro Primero del Código Civil y por la legislación especial en vigor.
El carácter público de la Universidad queda de manifiesto desde sus orígenes al responder a la demanda de la comunidad local, forma en que la ciudadanía organizada se expresa en esos momentos.
Desde entonces, la Universidad de Concepción pertenece a la comunidad, lo que se refleja en su Junta de Socios compuesta por 300 representantes de la Región y, lo que es aún más significativo, en su Directorio integrado por diez personas elegidas por la Junta de Socios de entre sus miembros no académicos.
Las universidades estatales, católicas y corporaciones privadas de carácter público que se encuentran actualmente en la institucionalidad de las 25 universidades del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, CRUCH, requieren una preocupación equitativa y prioritaria del Estado.
Entendido desde la acepción de la real Academia de la Lengua como “Perteneciente o relativo a todo el pueblo”, el carácter público de la UdeC queda de manifiesto en toda su trayectoria y qué mejor metáfora puede expresarlo que su mismo campus. Es un espacio abierto, que identifica a la ciudad y que forma parte del patrimonio cultural de la misma.
Por otra parte, esta casa de estudios, en conjunto con las 25 que integran el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, CRUCH, realiza grandes aportes en bienes públicos como son la investigación, las publicaciones científicas, la transferencia tecnológica, el patentamiento y la extensión cultural. Como un hecho relevante se puede destacar que el 95% de estos bienes públicos de todo Chile son producidos por estas universidades y que el papel de la UdeC en estos ámbitos es reconocido no sólo a nivel nacional sino que internacionalmente.
Cabe destacar que, en esta materia, la Universidad de Concepción ha evolucionado en forma significativa, asumiendo un papel de mayor proactividad, especialmente centrada en la formación y creación de capacidades, físicas y humanas, que dan cuenta de un crecimiento notable en términos de número de proyectos de investigación realizados, incremento en el número de publicaciones y patentes, aumento de las actividades contratadas por el sector productivo, nuevos centros y consorcios de investigación y desarrollo, centros basales, etc.
El proceso de transformación productiva que necesita hoy el país no se puede comprender en la actualidad sin la contribución científica y tecnológica de la que son responsables estas instituciones.