Alumnos de ICB crean equipo que permite leer a personas con baja visión
Cuando comenzaron su proyecto para el ramo de equipamiento médico, los estudiantes de Ingeniería Civil Biomédica (ICB), Guido Vallejos y Víctor Vivar, no imaginaban el impacto que tendría su trabajo. Todo partió con la propuesta del decano de Medicina, Raúl González, de construir una lupa electrónica –un dispositivo que permite ampliar y proyectar textos e imágenes electrónicamente- para ayudar a personas con baja visión.
Los jóvenes se hicieron cargo de la propuesta, sin saber nada de telelupas ni de esa discapacidad visual. Investigando, conocieron distintos modelos de lupas electrónicas, de las que tomaron ideas que sirvieron de base para la construcción de un prototipo, en cuyo desarrollo contaron con la asesoría de la entonces rehabilitadora visual de Coalivi, Patricia Ramos. El dispositivo fue testeado con pacientes de esa institución, con resultados altamente satisfactorios. Eso fue en el primer semestre de 2010.
En noviembre, Patricia Ramos, ahora parte del equipo del Aula de Recursos Tiflotecnológicos de la Universidad (Artiuc) se contactó con los estudiantes para contarles que el programa estaba trabajando en un proyecto para incorporar la telelupa a sus sistemas de apoyo para los alumnos con discapacidad visual. El proyecto fue respaldado por la Vicerrectoría, que entregó los recursos para adquirir el equipo. Así, el 23 de mayo, los alumnos acompañados por su jefe de carrera, Esteban Pino, hicieron entrega de la telelupa a los directivos de Artiuc.
Los alumnos están sorprendidos por la recepción que ha tenido el instrumento tanto en los pacientes como en Artiuc e incluso entre sus compañeros. “Eso nos ha dado una alegría inmensa…el saber que hicimos algo que satisface necesidades reales de las personas”, dice Guido Vallejos.
A pesar de su importancia, los jóvenes ven este equipo “sólo un primer logro” como futuros profesionales, pero que –como señala Víctor- “se valora más por estar aún en formación académica”. “Nos motiva a seguir trabajando arduamente como ha sido hasta ahora”, afirma.
Para el jefe de carrera, éste es un trabajo de gran valor, “porque es una solución simple, con componentes comunes, que le resuelve un problema importante a mucha gente”.
El sistema consiste en una cámara fija, dirigida hacia una plataforma móvil que se mueve en dos ejes (de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo), sobre la que se sitúan los textos. El sistema va conectado a un televisor, donde se proyecta la imagen ampliada del texto.
Este desarrollo es una alternativa real a equipos que deben ser importados, con un costo equivalente a 1/4 de los instrumentos foráneos.
