Mayo ha sido el mes de las conmemoraciones del 92 aniversario de la Universidad, las que se han realizado en un marco de sobriedad como es propio de los tiempos que vive la casa de estudios y la educación superior en general.
El acto académico de celebración estuvo marcado por el discurso que pronunciara el rector, Sergio Lavanchy, en el cual destacó la capacidad de la UdeC para levantarse después de los acontecimientos de febrero de 2010; capacidad que permitió no sólo atender a las necesidades propias sino aportar con propuestas a las soluciones, por medio del programa para la reconstrucción que unió a 9 grupos de investigadores en la tarea de formular una propuesta para el desarrollo de la región del Biobío.
Como un hito especial, destacó la campaña solidaria Mar de Esperanza que permitió- junto a otras organizaciones y empresas- reunir recursos para donar 35 embarcaciones a pescadores de 15 caletas, que recibieron instrumentos de trabajo, capacitación y lo más importante pudieron recuperar su dignidad y entregar el sustento a sus familias.
La reconstrucción de los edificios dañados- exceptuando la Facultad de Ciencias de Químicas y la Estación de Biología Marina de Dichato, se completó en agosto de 2010 con recursos propios que fueron reasignados del presupuesto de este año, permitiendo el normal funcionamiento de los tres campus.

La Universidad está en condiciones de aportar y seguir aportando -como lo ha hecho hasta ahora- al desarrollo de la Región y del país. Sin embargo, las universidades tradicionales requieren el reconocimiento del Estado y su soporte para cumplir estas tareas a cabalidad.

En una mirada hacia el futuro, el Rector destacó que el cúmulo de conocimiento adquirido por medio de los proyectos de investigación, desarrollo e innovación realizados, además de las iniciativas individuales armonizadas en los centros de excelencia de la Universidad constituyen un valioso aporte para mirar el desarrollo con una visión más integradora. Ello se ha reflejado en la edición de la publicación La Universidad Mirando al Futuro, simbolizando la visión que la institución quiere aportar al desarrollo de la región y del país .
Por su parte, en la ceremonia en que se conmemoró el Día del Trabajador Universitario, el vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos, entregó una visión sobre el panorama de la educación superior en Chile, el cual muestra un preocupante y significativo cambio de rumbo en la política en materias de financiamiento universitario.
Hizo presente que los recursos que entrega el Estado a la educación superior están siendo cada vez más supeditados a la demanda, y éste al parecer se encamina hacia un hacer caso omiso, tanto de aspectos legales y estructurales como de consideraciones sobre verdadera calidad, para en cambio fomentar el lucro y mantener los privilegios de grupos económicos que compran y venden instituciones como se hace con las grandes empresas, desde luego todas estas operaciones mediadas por grandes rentabilidades.
Las voces de alarma de quienes lideran el sector de la educación pública y nuestros propios planteamientos hacen converger los intereses de toda la verdadera comunidad universitaria del país en la defensa de las Universidades Tradicionales.
Sin embargo, lamentablemente, si los anuncios y las acciones de los últimos tiempos se cumplen y reproducen, nos enfrentaremos a una competencia que se va a ir dando mucho más en el campo de las ilusiones, de la publicidad, no importando lo engañosa que pueda ser, y mucho menos en el campo de los verdaderos valores universitarios, por los cuales estamos decididos a continuar luchando.
Como parte de un plan que fue diseñado más de treinta años atrás, el Estado, modelado ahora por el actual gobierno, extenderá inexorablemente sus aportes a verdaderas seudoacademias, en las que los indicadores de de-sempeño irán trocando, en el mejor de los casos, calidad y valores por rentabilidad y eficiencia.