Redes sociales
y comportamiento
de viaje
Con la exposición Redes sociales y comportamiento de viajes ¿Somos todos iguales en Concepción?, del docente Juan Carrasco, el 4 de mayo comenzó la cuarta versión de los Coloquios en Ingeniería Civil, actividad destinada a difundir las líneas de investigación en desarrollo en la unidad académica.
En su exposición mostró los resultados de un estudio realizado en 4 sectores de Concepción, con distinto nivel socioeconómico (Agüita de la Perdiz, Santa Sabina, Cerro La Virgen, Lomas de San Sebastián) destinado a conocer la influencia de su mundo relacional en formas de movilizarse y cómo éstas permiten un mayor o menor acceso a sus redes sociales y, con ello, a apoyos emocionales, ayuda en la solución de problemas u opciones de trabajo.
La investigación del doctor Carrasco -desarrollada a través de los proyectos Fondecyt 11070075 y 1110920- está orientada a entender cómo la interacción de las personas con sus redes sociales modela su comportamiento de viajes; es decir, el contexto social en que se realizan las decisiones en transporte, porque –como explicó- “cuando se trabaja en transporte lo que se busca es definir por qué la gente decide moverse de un lado a otro, cuáles son sus necesidades”.
Esto tiene que ver con el principal objetivo del transporte, que es mejorar la calidad de vida de las personas. “No se trata sólo de movilizarse y llegar a un lugar, sino de realizar actividades, de juntarse con personas”.
Carrasco señaló que, en general, esta dimensión social ha sido ignorada en la planificación del transporte. Normalmente en los modelos de viaje lo que se considera son los movimientos en horario de trabajo. En esta perspectiva, dice, “el problema está bien acotado, pero las actividades sociales, por ejemplo, el fin de semana, pueden llegar a ser el 60% de los viajes”.
La dimensión social, a juicio del académico, permitiría pensar las ciudades de manera más general, al integrar las redes de transporte (la infraestructura) y los patrones de actividades, que son los que determinan las formas de viajar.
Este tipo de investigación, según el académico, puede ayudar a entender otro tipo de problemas, como el del teletrabajo. A primera vista, se piensa que podría tener un efecto en la descongestión, pero –indicó- existen estudios que muestran que quienes “teletrabajan” tenían más interrupciones en la jornada laboral, “porque tenían más necesidad de interactuar y tendían a viajar mucho más… entonces cambiaban los patrones de viaje, de transporte”.