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  Nº 680 jueves 28 de abril de 2011

 

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CULTURA

Un adiós al Poeta

De pequeño, allá en su Lebu natal, descubre el relámpago, y se asombra con su luz cegadora, pero también con su sonido ensordecedor. Un mayor efecto le produce la palabra relámpago, cuatro sílabas de pronunciación esdrújula que se quedarían siempre en su imaginario del niño que sigue siendo hasta su muerte.

El amor por el verbo que relampaguea en la palabra, entregó al poeta Gonzalo Rojas muchos premios y reconocimientos durante su vida; su poesía vibrante, metafísica y cotidiana, lo convirtió no sólo en el gran poeta del sur (de Chile), sino también un testimonio vivo, tanto de la vocación poética como de la situación del escritor capaz de proyectarse desde la marginalidad provinciana al mundo con una poesía que hace estallar semillas de luz en el aire, como dijeran alguna vez de él poetas de Arúspice y de Trilce.

“Los alemanes lo dicen con gracia: Erlebnis und die dichtung: vivencia y poesía (o expresión)”, dijo en un otoñal Concepción de 2001 al explicar cómo estaba, en su propia vida, vinculada la experiencia con el oficio de la palabra.

La Universidad de Concepción hace suyo el duelo oficial decretado por el gobierno de Chile ante la muerte del poeta Gonzalo Rojas Pizarro, vinculado desde el año 1952 a nuestra casa de estudios, y
expresa sus más sentidas condolencias a su familia. El poeta, 7º de 8 hermanos, nació en Lebu en 1917; su padre fue el minero Juan Rojas y su madre Celia Pizarro. Pronto murió su padre y debieron emigrar a Concepción.

De ahí en adelante su destino nómade quedó fijado: París, China, Cuba, México, Alemania, España y Venezuela van a ser también sus hogares, sin olvidar nunca Chile, en especial Lebu y Chillán, donde descansará para siempre.

Rojas escribe alguno de los poemas más bellos y desolados de la poesía actual y libros que exponen una constante (re) visión y reescritura en el afán de aquilatar la música del poema y la memoria allí fundada en el rigor de la expresión.

Su significación e importancia se reconoce y formaliza en numerosos homenajes, invitaciones, libros, ensayos, traducciones y premios internacionales: Premio Reina Sofía de Poesía (España); Premio Octavio Paz (México); Premio José Hernández (Argentina); Premio Cervantes (España).

En la Universidad de Concepción le correspondió, durante el rectorado de David Stitchkin, dar forma a las Escuelas de Verano que se desarrollaron en la década del 50 y que reunieron en esta ciudad a los más destacados artísticas de la época.

La facultad de Humanidades y Arte lo propuso como Profesor Emérito, distinción que le fue otorgada en 1990 y más tarde, en septiembre de 2001, se le entregó el Doctorado Honoris Causa “por su deslumbrante obra poética que ha marcado una huella profunda en la poesía de habla castellana y por el valioso impulso que supo darle al desarrollo de las artes y las letras en nuestra casa de estudios”.

Retomando sus palabras en el discurso pronunciado en esa ocasión: “Los verdaderos poetas son de repente: nacen y desnacen en cuatro líneas y nada de obras completas”.

Profesor, descanse en paz.

Algunas visiones sobre su obra

Diez son las vetas: la conciencia del oficio desde una Ars poética persistente; lo genealógico en su doble vertiente: la imaginaria y la sanguínea; lo mágico desde una versión fisiológica; lo numinoso; lo tanático y lo elegíaco; humor y desenfado; lo erótico; lo político y la experiencia del exilio; existencia y metafísica; la circunstancia inmediata. (Hilda May)

El temple y talante últimos de Gonzalo Rojas, son efectivamente,“románticos”. Con el romanticismo alemán su aproximación no es sólo cordial y entusiasta, sino muy rigurosa, precisamente desde sus años de militancia mandragórica. Conoce en profundidad a Hölderlin. Novalis, además de mencionarlo con frecuencia, está en las bases de su pensamiento poético. Con Blake –enclavado en el romanticismo germano- siente una afinidad explícitamente reconocida: una misma exaltación del deseo erótico y del placer, una real valoración de la energía erótica es lo que se da en ambos poetas. (Octavio Paz).



 

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