Emprendimiento e innovación
Un nuevo compromiso
con el desarrollo
Vivimos una sociedad del siglo
XXI cambiante e incierta y caracterizada
por una turbulencia;
una impredecibilidad y una complejidad
nunca antes conocidas.
En la actualidad, entonces, la
universidad, como institución
educativa, debe responder al
menos a tres desafíos concretos
e inéditos. La sociedad así
descrita genera cambios de
paradigmas que implican una
nueva relación de las personas
con el mundo; ocurren cambios
en nuestro entorno económico
que explican la importancia creciente
del emprendimiento y el
desarrollo de la micro y pequeñas
empresas; y, particularmente
en el marco de los procesos
de acreditación de carreras,
los empleadores para distintas
profesiones, ponen el acento
en las debilidades de nuestros
egresados vinculadas fundamentalmente
a las competencias
metodológicas, participativas
y sociales antes que a las
competencias técnicas.
Si, al mismo tiempo, compartimos
la hipótesis de que es posible
impulsar el emprendimiento
y la innovación desde las instituciones
educativas, se entenderá
la necesidad que, en conjunto
con todo el sistema de enseñanza,
las universidades enfrenten
cambios fundamentales.
Los jóvenes ya no requieren
tanto de sus escuelas y universidades,
el conocimiento especializado
de disciplinas académicas
tradicionales o una
capacitación vocacional, sino
que herramientas que les permitan
conocerse, insertarse y
realizarse conforme a sus emociones,
a sus sueños y a sus
aspiraciones en este escenario
cambiante. Autoconocimiento,
actitud emprendedora y creatividad
constituyen la base de
las nuevas competencias que
requieren para emprender e innovar.
Para ello, es claro que la educación
universitaria, necesita dotarse
de nuevas herramientas
pedagógicas en que el rol de
las actividades extra-aulas sea
cada vez más importante y que
se vinculen estrechamente con
el mundo externo y real de las
empresas, los servicios y las diversas
instituciones de la sociedad
civil.
Tener autoridades superiores
que impulsen el cambio, preparar
a sus docentes para asumir
el paradigma del aprendizaje
por sobre el paradigma de la enseñanza
y un rol de tutor y guía
y no de catedrático, desarrollar
innovaciones pedagógicas,
crear nuevos y variados mecanismos
de apoyo y estímulo al
emprendimiento y la innovación
de base universitario y atender
las demandas de los emprendedores
externos, son parte de las
tareas que constituyen la revolución
universitaria que debemos
concretar con urgencia.
Si en los 60 el foco de la revolución
universitaria era su compromiso
ideológico con determinadas
opciones políticas,
postulamos que en el siglo XXI
la revolución universitaria pasa
por el cambio pedagógico para
formar nuevos ciudadanos emprendedores
e innovadores. Es,
en nuestra opinión, la nueva
manera de entender el compromiso
de las instituciones de
educación superior con el desarrollo.
De allí, la importancia que Emprendo
presida la Red Emprendedorismo
e Innovación
en América Latina (EmprendeSUR)
y la significación que
tiene el V Workshop de Formación
de Emprendedores Universitarios
que organiza en estos
días en Brasil.
Dr. Pedro Vera Castillo
Director Programa Emprendo
Presidente Red EmprendeSUR