Oceanografía y Copas inauguran edificio Nuevo impulso al desarrollo de las ciencias del mar
La construcción, de dos mil veinte metros
cuadrados distribuidos en tres niveles e
igual número de volúmenes, demandó una
inversión de más de mil 500 millones de
pesos en infraestructura y otros 3 millones de
dólares en equipamiento.
El Rector otorgó un carácter simbólico
a la inauguración de las dependencias,
en el contexto de los daños sufridos por
la Universidad por efecto del terremoto,
especialmente por la destrucción de la
Estación de Biología Marina en Dichato.
Fue una jornada histórica para
los académicos e investigadores
en ciencias del mar. El 14 de
diciembre el departamento de
Oceanografía y el Centro de Investigación
Oceanográfica en
el Pacífico Sur Oriental (Copas)
concretaron la aspiración de ampliar
los espacios para el desarrollo
de sus actividades.
Autoridades universitarias, académicos,
investigadores, funcionarios
e invitados especiales
participaron de la ceremonia de
inauguración del edificio que desde
la semana pasada comparten
ambas reparticiones, acto al que
rector Sergio Lavanchy otorgó un
carácter simbólico en el contexto
de los daños sufridas por la Universidad
por efecto del terremoto,
especialmente por la destrucción
de la Estación de Biología
Marina y la pérdida de colecciones
y bases de datos en Dichato
que, indicó, han afectado
profundamente a las ciencias del
mar no sólo de nuestra institución
sino de todo el país.
“Es el simbolismo de una comunidad
universitaria que sabe enfrentar
la adversidad y levantarse con fuerza y que mira el futuro
con renovado optimismo y esperanza.
Basta recordar la génesis
y los primeros años de vida de
nuestra Universidad, para comprender
que ese espíritu y osadía
necesaria para vencer las dificultades
y la adversidad siempre
han estado presentes en esta comunidad
universitaria”, dijo.
La autoridad hizo un reconocimiento
a la trayectoria y los logros
alcanzados tanto por el departamento
de Oceanografía y
del Centro Copas. “La alta productividad
científica, la calidad
de los posgrados, dos prestigiosas
carreras de pregrado, las
fuertes vinculaciones internacionales,
la existencia de un Centro
Fondap de Excelencia en la
región, el reconocimiento de que
gozan los cursos internacionales
del Instituto Austral de Verano,
son todos claros indicadores de
una verdad irrebatible: la Universidad
de Concepción, gracias al
esfuerzo de sus académicos se
ha transformado en una potencia
indiscutida a nivel nacional e internacional
en la generación de
conocimiento oceanográfico y en la formación de profesionales e
investigadores”, puntualizó.
Son logros que se sustentan en
una larga tradición y que se han
consolidado a través del tiempo,
como mostrara el decano de la
facultad de Ciencias Naturales,
Franklin Carrasco, al revisar los
principales hitos de la historia del área en la Universidad.
El académico agradeció a la autoridad
el constante apoyo otorgado
a su Facultad y, de manera
especial “su claro y decidido interés
en impulsar el desarrollo de
las ciencias del mar, así como los
modernos estudios zoológicos y
botánicos en nuestra casa de estudios”.
Destacó las políticas destinadas
a la conformación de un
núcleo de académicos de alto nivel
que, indicó, “ha redundado en
una continua y permanente mayor
productividad científica, así
como ha abierto la posibilidad de
pensar en nuevos desafíos”, entre
los que situó la materialización
del nuevo edificio.
La construcción, de 2020 metros
cuadrados distribuidos en tres niveles
e igual número de volúmenes,
demandó una inversión de
más de mil 500 millones de pesos
en infraestructura y otros 3 millones
de dólares en equipamiento,
y fue financiado con aportes gestionados
por el Centro Copas y
al trabajo conjunto de Conicyt,
Arauco y el Instituto Agouron (Estados
Unidos).
Las modernas instalaciones albergan
a los laboratorios de
Oceanografía Costera, de Biogeoquímica,
de Oceanografía Física,
Plankton A, Plankton B, de
Recursos Pelágicos, de Biología
Molecular y Microbiana, Radioisótopos,
Ictioplancton Bentos,
Paleoceanografía, Biogeoquímica
Enzimática, de Biogeoquímica
Orgánica Marina y del Proyecto
Pymex; además de las salas comunes
de freezer; de equipos y
laboratorio seco y de instrumentación
electrónica. A ellos se suman oficinas para
académicos, investigadores, técnicos,
estudiantes y área de administración,
salas de reuniones y otras unidades de funcionamiento.
Más interacción
El director del departamento de
Oceanografía, Marco Salamanca,
calificó la inauguración del
edificio como un importante logro,
que responde a un sentido
anhelo de los docentes de la unidad
académica.
A su juicio, las modernas instalaciones
van a permitir “revalorizar
el trabajo que estábamos realizando”,
al facilitar una mayor interacción
entre los investigadores
del departamento y el Centro
Copas. Esto, dijo, le da mayor
proyección a la labor científica “porque tendremos mayores capacidades
para gestionar cosas
nuevas de manera conjunta…lo
que vamos a ver es un efecto sinérgico”,
afirmó.
También destacó este efecto multiplicador
la directora de Copas,
Carina Lange, a partir del mayor
contacto que se producirá entre
los distintos grupos de investigación
de su centro, como del departamento
de Oceanografía.
“Es un edificio de primer nivel que
nos permitirá desarrollar más y
mejor nuestras investigaciones y
nuestras relaciones nacionales
e internacionales y que abrirá la
posibilidad de nuevos proyectos”.
En estos momentos, los investigadores
se encuentran desarrollando
6 proyectos Fondecyt -que
abarcan temas relativos al cambio
climático, ambiente marino y
contaminación, los efectos de gases
invernaderos y el fenómeno
de El Niño y La Niña- y otras 5
iniciativas del Fondo de Investigación
Pesquera (FIP).
El apoyo de Arauco
Antes de asistir al acto, el rector
Sergio Lavanchy sostuvo un
encuentro con los gerentes de
Arauco Jorge Garnham (Gestión
Corporativa), Andrés Camaño
(Medio Ambiente, Seguridad
y Salud Ocupacional) y Francisco
Lozano (Marketing e Innovación),
quienes llegaron a la Casa
Enrique Molina para entregar un
aporte de 23 millones y medios
destinados a la rehabilitación de
las dependencias del Proyecto
de Investigación Marina de Excelencia
(Pimex), situadas en el
recinto de la Estación de Biología
en Dichato.
La reunión también tuvo por objetivo
presentar a las autoridades
universitarias una propuesta
de diseño arquitectónica para
la reconstrucción de la Estación,
encargado por la empresa
al premio nacional de arquitectura,
Juan Sabbag.
La propuesta está vinculada a
un terreno de dos hectáreas (situado
antes de llegar a Dichato
en la zona de la antigua estación)
que Arauco traspasaría a
la Universidad para la concreción
del proyecto, que –como
adelantó el Rector- deberá ser
sometido a la evaluación del Directorio.
En todo caso, la autoridad
reconoció que el hecho de
contar con una propuesta concreta
para la construcción de
una nueva estación, permite iniciar
las gestiones para su financiamiento.
En el encuentro estuvieron presentes
el vicerrector Alberto
Larraín; el decano de Ciencias
Naturales y Oceanográficas,
Franklin Carrasco; el director de
Oceanografía, Marco Salamanca,
y el académico Renato Quiñones,
responsable del proyecto
Pimex; además del director
de Servicios, Franz Dechent y el
arquitecto Pedro Tagle.
Embarcación para la docencia
Durante la ceremonia se presentó la
nueva embarcación del Departamento:
la lancha costera transportable Ten
Ten, orientada preferentemente a la
docencia de pre y posgrado y, de manera
secundaria, al desarrollo de proyectos
de investigación.
El proyecto comenzó a gestarse a
principios de este año. Junto con el
docente de Oceanografía Billy Ernst,
se estudiaron diversas alternativas de
diseño disponibles en Chile y en el extranjero
para una embarcación costera
menor y transportable. La idea, como
señaló el director de Oceanografía,
Marco Salamanca, fue complementar
las actividades de la Kay Kay II “en
un sector más costero y con menores
costos de operación”.
Por su versatilidad, prestaciones
náuticas, espacio en cubierta
y costos totales, se optó
finalmente por un diseño norteamericano
(basado en una
lancha langostera de Maine).
La embarcación fue construida
en los Astilleros Solet en Cauquenes
y su equipamiento fue
importado desde Seattle (Estados
Unidos). En tanto, todas
las piezas estructurales fueron
construidas con maderas chilenas
nativas (lingue, laurel y
ulmo) y los terciados marinos
son de construcción nacional
de alta calidad.
La L/C Ten Ten posee un largo total
de 7.7 m y 2,4 metros de manga,
con un desplazamiento aproximado de
2.000 kg. Cuenta con un navegador
GPS, ecosonda y radar Lowrance, radio
VHF, luces de navegación, compás
náutico, balsa salvavidas oceánicas
para 6 personas, chalecos salvavidas
autoinflables, bocina, baño-WC, sistema
independiente de presión de aceite
(motor Honda de 9 HP) para operar
un huinche hidráulico; 330 metros de
cable inoxidable de 3.9 mm, mástil y
botavara para operar equipos pesqueros
y oceanográficos de menor tamaño.