Destacando la gran importancia que el tema energético tiene para
el desarrollo del país, el rector Sergio Lavanchy suscribió, junto al
presidente del Consorcio Bioenercel, Fernando Rioseco; el rector
de la Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, y
el director del laboratorio de Ciencia y tecnología de bioetanol de
Brasil, Marco Lima, un convenio de colaboración científica y tecnológica
entre las instituciones chilenas y la brasileña, de gran experiencia
en el desarrollo de biocombustibles.
Brasil es uno de los países líderes mundiales en la producción de
bioetanol y aspira a producir el 10% de la gasolina consumida en
el planeta en 2025.
Para Lavanchy, temas como éste requieren de decisiones políticas
a nivel de gobierno, por lo que destacó la importancia de seguir
esta línea de desarrollo de biocombustibles. En ese sentido,
Elórtegui realzó la estrecha vinculación entre universidades de investigación
y el sector productivo que se ha producido en el consorcio
Bioenercel, destacando el rol que en ello le cabe al Estado.
Convencido de que la producción de bioetanol representa un gran
desafío, Lima aseguró que los combustibles renovables son la solución
que, en el caso de su país, le permitió encarar de buena
manera la crisis del petróleo.
“Chile, dijo, tiene muchas potencialidades en esta área, no sólo
por lo bien tratados que son sus recursos humanos, sino también
por el gran potencial de trabajo tecnológico, así como la conjunción
de una industria de la celulosa competitiva que permite generar
un círculo virtuoso en la generación de bioetanol”.